Caracas.- Kevin Blanco Uribe, padre de Kevin Alexander Blanco, el niño de 5 años cuya custodia es objeto de una prolongada disputa, ha justificado públicamente su decisión de no regresar al menor a su madre, Stephanie Kisselbach.
En una entrevista exclusiva con el programa Primer Impacto de Univisión, Blanco Uribe declaró haber actuado «en caliente» tras alegar falta de apoyo en Estados Unidos y observar un presunto deterioro en el estado de salud de su hijo.
Desde Miami-Dade, Florida, Stephanie Kisselbach denunció que Blanco Uribe incumplió un acuerdo de custodia compartida. Según su versión, el padre se llevó al niño a unas supuestas vacaciones en Colombia, para luego trasladarlo a Venezuela e impedir su retorno. La madre ha manifestado un temor constante ante esta situación.
En contraste, Kevin Blanco Uribe presentó una versión que pone el acento en su desesperación. Aseguró a Primer Impacto que, previo a su partida con el niño, «tocó las puertas» de diversas instancias en Estados Unidos en busca de ayuda para la situación de su hijo, pero lamentó que sus peticiones «no fueron escuchadas».
El padre afirmó que Kevin Alexander venía «mostrando un deterioro mayor» y, para respaldar sus alegaciones, envió fotografías al programa que, según su testimonio, «mostraban al niño golpeado».
Blanco Uribe, quien es actualmente considerado «fugado» por el Ministerio Público venezolano (en voz del fiscal Tarek William Saab), también negó categóricamente las acusaciones de violencia en su contra. Asimismo, sugirió que la madre «realizó varios intentos para ponerme como violento».
La versión del padre, difundida por Primer Impacto, abre un cadisputa legal y familiar. Su alegato de presunto desamparo inicial en Estados Unidos se convierte en un elemento central de su justificación para el no retorno del pequeño Kevin Alexander, manteniendo al niño en el centro de esta compleja controversia.