Caracas.- El gobierno de Estados Unidos deportó a otras 17 personas a El Salvador, la noche del domingo 30 de marzo. Se trata de presuntos integrantes de las bandas delictivas Tren de Aragua y MS-13.
Así lo informó el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en un comunicado emitido este lunes, donde calificó la deportación como “una exitosa operación antiterrorista con nuestros aliados en El Salvador".
Rubio afirmó que el grupo incluía homicidas y violadores, aunque no suministró las identidades ni las pruebas.
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El alto funcionario de la administración de Donald Trump agradeció la ayuda del presidente Nayib Bukele y del Gobierno de El Salvador “por su incomparable colaboración para hacer que nuestros países sean seguros contra el crimen transnacional y el terrorismo«.
El presidente Nayib Bukele también se refirió a esta información a través de sus redes sociales.
En su cuenta en X, el mandatario nacional escribió que «todos los individuos son asesinos confirmados y delincuentes de alto perfil, incluidos seis violadores de niños«.
El debido proceso
El gobierno de Donald Trump ya había deportado a 238 venezolanos bajo la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, el 16 de marzo.
Trump, cuya invocación de la ley fue bloqueada por un juez, argumentó que la norma se usó para ordenar la rápida detención y deportación de todos los sospechosos de ser miembros del Tren de Aragua
Estos ciudadanos fueron detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) y enviados al Centro de Confinamiento para Terroristas (Cecot), una cárcel de máxima seguridad, en El Salvador.
El hecho ocurrió en medio de fuertes críticas por parte de las autoridades venezolanas, líderes opositores y defensores de derechos humanos.
Familiares de algunos de los deportados también han salido en su defensa y exigieron que se garantice el debido proceso.
Aseguran que sus parientes son personas honestas y trabajadores que solo aspiraban mejorar su calidad de vida en Estados Unidos.