
Valera.- Habitantes de los municipios Valera y Escuque, en el estado Trujillo, se ven obligados a subir montañas y cerros para buscar leña y poder cocinar, debido a la escasez de gas doméstico en la región. Un problema que ha empeorado durante la cuarentena social por el COVID-19.
De acuerdo a los ciudadanos consultados en la mañana de este miércoles, 8 de julio, en lo que va de 2020 han recibido el suministro de Gas Comunal en dos ocasiones y con periodos de espera de hasta tres meses. Aunque algunos tienen cinco meses en espera del segundo pedido del año.
Las empresas privadas tampoco escapan a esta irregularidad, por lo cual buscar madera en bosques aledaños se ha vuelto la primera alternativa de muchos.
“Tiene tiempo que no llega, estamos cocinando a leña, otros con cocina eléctrica. La última vez que llegó gas de Pdvsa fue en marzo. Curazao (empresa privada) subió después de Semana Santa y tampoco ha vuelto. La leña la buscamos por las peñas, donde sea que se encuentre" dijo Alexander Valero, habitante del cerro Caja de Agua, en Valera.
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Incremento de enfermedades
Esta situación, además de perjudicar la calidad de vida de los ciudadanos durante el confinamiento, también ha traído enfermedades respiratorias de leves a graves.
“En mi comunidad se cancelaron las bombonas en los meses de abril y mayo, estas son horas que no han venido a recoger los vacíos. Estamos cocinando en leña, en fogones. Eso nos trae complicaciones respiratorias: gripes, fatiga para respirar", contó Elizabeth González, quien busca leña en el Cerro Ponemesa y la lleva a su residencia en Sabana Libre, municipio Escuque.
En El Pensil, otro sector escuqueño, una ciudadana falleció recientemente por una afección pulmonar, de acuerdo a la versión de sus vecinos.
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“Ella sufría de los pulmones y, como no tenía gas, cocinaba a leña. Se murió por eso, por respirar el humo del fogón. En El Pensil prácticamente nos llevan el gas cada tres meses", contó Karina Barrios.
En el hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo, de Valera, han registrado este aumento de padecimientos respiratorios, ajenos al COVID-19. No obstante, los adjudican a la llegada de la temporada de lluvias.
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