
Valera.- Los habitantes de poblaciones aledañas al municipio Valera, estado Trujillo, se trasladan pese a la restricción existente sobre el funcionamiento del transporte público en la región. Los vehículos piratas se han convertido en los protagonistas de la cuarentena por el COVID-19.
Los conductores de camiones, buses y otro tipo de carros no convencionales, captan a los pasajeros en las paradas ubicadas en el centro de Valera mientras no hay presencia de policías, y los dejan en la entrada de los municipios para evadir las alcabalas puestas en sitios estratégicos.
De esta manera lo narraron habitantes de San Rafael de Carvajal a El Pitazo, durante la mañana de este martes, 31 de marzo, en la parada de La Cejita, ubicada en la avenida 6 de Valera.
Los usuarios, quienes bajan a la ciudad para abastecerse de alimentos, más económicos, están a expensas de estos transportistas. Les cancelan desde 10.000 a 20.000 bolívares por tramos cortos, el doble de un pasaje normal, y deben realizar transbordos o caminar hasta sus residencias.
No obstante, hay quienes caminan todo el trayecto, debido a la escasez de efectivo y unidades.
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Prohibido el transporte público
A partir de este 17 de marzo, inicio del aislamiento social, la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) Trujillo prohibió la venta del combustible a los transportistas y, por ende, su circulación libre.
Solo pueden trabajar las unidades de Bus Trujillo, pero abordan a quienes pertenecen al sector de la salud y personas autorizadas (enfermos y personal de seguridad). En consecuencia, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) podría multar a quienes laboren como transporte.
“Nos detienen en las alcabalas y le preguntan a las pasajeros si les están cobrando, si dicen que no, los dejan pasar» contó un conductor de un camión, que ofreció traslado gratuito a un grupo de personas en el sector La Hoyada hasta la comunidad de Pie de Sabana.
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