
Mickey Véliz| Amazonas | El Pitazo
Puerto Ayacucho. Continua el problema del combustible en la capital de la región amazónica y cada día se agudiza con más fuerza. Desde el día martes 15 de octubre las tres estaciones de servicio amanecieron sin una gota de gasolina, por una tranca registrada por los habitantes de la población de los Pijiguao en el estado Bolívar, quienes impidieron el ingreso de las tres gandolas a esta ciudad.
En información extraoficial se supo que un grupo de personas emprendieron estas acciones como medida de presión al gobierno de Justo Noguera Pietri, para que le busquen una solución a este problema, que de igual manera están afrontando. Se conoció también que los conductores fueron obligados a vaciar el líquido en la estación de servicio de este sector perteneciente al municipio Cedeño.
Esto trajo como consecuencia que el transporte público se paralizara en un 60% y que la pequeña urbe ayacuchana colapsara por las largas colas que se han formado en las bombas. Según las declaraciones de José Flores, todo se debe a la mala política implementada por el gobierno, quien desvía el combustible a otros países sin tomar en cuenta el “gravísimo problema" que está atravesando el país.
El señor Flores detalló que durante estos tres días, los habitantes de Puerto Ayacucho han sufrido los embates de la crisis por la falta del combustible, señaló que el caos fue lo que reinó, en todo aquel que necesitaba llegar al centro de la capital para hacer sus diligencias. “Otra vez no hay gasolina en Puerto Ayacucho y el gobierno en silencio, no hace nada para buscar una efectiva solución" comentó.
Asimismo expresó: “Miguel Rodríguez cuando asumió la gobernación hace dos años, prometió públicamente que acabaría con las colas en dos semanas, ya cumplió dos años en el poder y la cosa empeoro. Aquí los únicos privilegiados son los militares y los directores del gobierno porque son los autorizados para surtir cada vez que llega una gandola, solo porque cargan vehículos oficiales. Como usuario del transporte público exijo una solución" precisó Flores.
Durante los días martes, miércoles y jueves, los que residen distanciados del centro, les tocó improvisar. Muchos optaron por reunir en grupo y pagar un servicio de taxi cuya tarifa es de 15 mil bolívares, otros abordaron una moto taxi que estaban cobrando 10 mil bolívares. Los camiones piratas o “perreras" como es conocido salieron a hacer de las suyas y cobraron entre 2 mil y 3 mil bolívares.


Inevitables protestas
Sin duda que el problema más notable que se presentó por la escasez de combustible fue el transporte público. Pasadas las 2:00 de la tarde del jueves 17 de octubre, indígenas cerraron la avenida 23 de enero y protestaron pacíficamente, exigiendo que colocaran un autobús que los trasladara hacía sus comunidades en el eje carretero norte, minutos más tarde recibieron respuesta.
Por su parte en la estación de servicio Cataniapo en la Florida, se generó un foco de protesta de parte de los motorizados que llevan más de tres días haciendo cola para surtir combustible. Inmediatamente las tres estaciones de servicio existentes en la capital ayacuchana, fueron militarizadas con grupos antimotines de la Guardia Nacional, quienes se encuentran en vigilancia permanente.
Ley sin orden
A pesar que existe una ordenanza vigente que regula el precio de pasaje en el municipio capital Atures, algunos conductores aprovechan la situación de contingencia que se presenta, para aumentar las tarifas, sin que las autoridades del municipio puedan controlar la situación. Milagros Hernández instó a los concejales a supervisar a los conductores de autobuses que salen de las paradas y así controlar estas irregularidades.
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