Caracas.- Una profunda tristeza fue lo que sintió Gladys Fernández cuando vio que en su cuenta nómina le habían depositado 572,11 bolívares, lo que equivale a 15,19 dólares, por concepto de la primera parte de los aguinaldos de este año.
Esta situación le hace recordar los 20 años de trabajo en la institución cuyo nombre prefirió no mencionar para evitar represalias en su contra. “Se me quita el ánimo de venir a trabajar", comenta la obrera adscrita al Ministerio de Educación.
La molestia por las bajas prestaciones recibidas fue expresada a través de un mensaje en sus estados de Whatsapp. “¿Será que con esos 572,11 bolívares del mes de aguinaldos me alcanza para comprar: Nifedipina, Bisoprolol, Losartán Potásico y aspirina?", cuestionó sarcásticamente.
Gladys Fernández es consciente de que ese monto no alcanza para todos los medicamentos del mes porque la caja de Bisoprolol de 5 miligramos tiene un precio 236,38 bolívares, la caja de Losartán Potásico de 50 miligramos vale 107,13 bolívares y necesita dos cajas al mes. Solo con la compra de estos dos fármacos ya gastó 450,64 bolívares, y lo que le queda no le alcanza para comprar la Nifedipina, que supera los 200 bolívares, ni la aspirina, que tiene un precio de más de 100 bolívares.
Empleados públicos esperan en diciembre un pago complementario al bono de guerra económica
Pero lo que más lamenta Fernández es que esta situación la hace sentir humillada y enojada, lo que repercute en su tensión. “Mi tensión es emotiva, y cada vez que veo estas cosas se me dispara", señala con preocupación.
Sus compañeras también comparten su angustia y le piden que trate de no pasar por estas molestias porque tiene una familia a la cual sostener, pero admite que es una situación difícil de controlar. “¿Sabes lo que es trabajar todo un año para que te paguen una miseria?", cuestiona con tristeza tras comprar una parte de su medicación mensual.
La trabajadora recuerda que en años anteriores la situación era diferente porque con sus prestaciones sociales podía hacer un buen mercado e invitar a comer a su familia. “Hoy en día no puedo hacer nada de eso. Tengo años que no hago nada de eso", lamentó.
Esta situación se debe a que el gobierno de Nicolás Maduro ha aplicado una política de bonificación salarial debido a la cual los trabajadores venezolanos tienen más de 943 días recibiendo un sueldo mínimo de 130 bolívares, mientras que sus ingresos más representativos son bonificaciones que no se contabilizan en los cálculos de las prestaciones sociales, lo que ha causado molestias en los trabajadores públicos y pensionados del país.
En Venezuela, la Canasta Básica Familiar se ubicó en 539,16 dólares para el mes de agosto de 2024, equivalentes a 22.812,07 bolívares, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (CENDAS – FVM).
Aunque Gladys Fernández está en edad de jubilarse, asegura que no anhela retirarse puesto que sus ingresos se verían mermados porque el bono de Guerra Económica que le corresponde sería de menor valor. “Si es verdad lo que dice el ministro, que va a sacar a aquel que esté cobrando pensión, y que si tiene 15 años o más laborando, que lo van a jubilar, bueno, que me saquen. Pero yo no voy a retirarme por mi cuenta", puntualiza.
Los trabajadores públicos y jubilados también cuestionaron que el pago de los aguinaldos sea fraccionado, pues consideran que el monto es bajo y no les alcanzará para comprar todos sus artículos de primera necesidad.
El gobierno de Nicolás Maduro abonó el pasado jueves 10 de octubre el primer mes del aguinaldo. Se espera que el segundo pago sea abonado el 25 de octubre, y el tercero y último, el 12 de noviembre, según una publicación del canal Patria Digital en Telegram.