Como un operativo destinado a “desmantelar y poner fin” a las bandas delictivas que operan en la cárcel de Tocorón, definió el Ministerio de Interior y Justicia la Operación Liberación Cacique Guaicaipuro, pero en la intervención no fueron detenidos los líderes del penal y supuestos cabecillas de la megabanda conocida como Tren de Aragua, de quienes un día después las autoridades no han informado su paradero.
El hermetismo y la falta de información reinan sobre el despliegue que involucró, según informó la cartera de Justicia, a 11 mil funcionarios policiales y militares en un intento de acabar con el imperio criminal que tenía desde hace 10 años Héctor Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, y sus secuaces.
Para Luis Izquiel, abogado, criminólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela, el operativo fue “infructuoso” porque no cumplieron con su principal objetivo, que era poner fin al reinado criminal de la megabanda con mayor poderío en el país.
“El operativo estaba destinado a desmantelar al Tren de Aragua, que por cierto no lo llaman por su nombre, pero lo que se conoce extraoficialmente es que los cabecillas de esa organización criminal habían huido días antes del penal de Tocorón y, por lo tanto, no habían sido capturados, según informó el OVP”, dijo el abogado.
El experto en temas de seguridad reiteró que el operativo no puede catalogarse como exitoso si a quienes buscaban se escaparon. “No se saben con cuántos presos más se habrían fugado de esta cárcel”.
Hasta la tarde de este 21 de septiembre, un día después de realizarse el operativo, son pocos los detalles que se conocen de manera oficial. El ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, aseguró en rueda de prensa que habrían recapturado a 60 miembros de una banda delictiva, sin dar mayores especificaciones.
Marco Ruiz, experto en investigación criminal y exfuncionario de la extinta PTJ, indicó a Efecto Cocuyo que el operativo estuvo bien “por la realización”, pero la captura de los principales cabecillas de la megabanda no se dio debido a una “fuga de información, a un alto nivel político”.
Sobre las fallas de la operación, Ruiz indicó que hay que conocer quién era el responsable de ejecutar la incursión policial y militar.
Señaló que Tocorón era la sede operacional del Tren de Aragua y que los delincuentes tenían el control total de todos los espacios desde hace años. “Se conocen sus vías de escapes como se evidencia en los vídeos”, explica.
Cronología del operativo policial y militar en Tocorón
Dónde está el Niño Guerrero
Han pasado más de 24 horas desde que se emitió el primer balance del operativo donde el gobierno logró tomar el control de Tocorón, fuentes extraoficiales han advertido sobre una fuga de reclusos, entre ellos Guerrero y sus cómplices, pero hasta el momento el ministro Ceballos no ha confirmado ni negado la fuga.
En un comunicado, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) afirmó que fueron los pranes los que entregaron a las autoridades el penal de Tocorón.
Según el escrito del OVP, la operación se hizo con el conocimiento del pran y líder de la banda criminal Tren de Aragua, alias Niño Guerrero, quien abandonó el recinto penitenciario “días antes de la intervención”. Asimismo lo hicieron sus más allegados, lugartenientes y luceros, sin informar a la población penal, indicó el texto.
Por el momento se desconoce el paradero del delincuente, pero medios de comunicación peruanos informaron que Guerrero pudiera estar en tierras incas o en Colombia desde hace días.
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Los responsables
Los funcionarios policiales al ingresar al recinto carcelario se toparon con todo lo que investigaciones periodísticas habían informado durante años: una cárcel llena de excentricidades.
Izquiel y Ruiz coinciden el que los principales responsables de lo que ocurría en Tocorón eran los ministros de Justicia, de Servicios Penitenciarios, el comandante de la Guardia Nacional y el director de ese centro carcelario.
“Ellos habrían permitido que en Tocorón existiese un zoológico, máquinas para minar bitcoins, las piscinas, armamento de guerra, una cochinera, un estadio; todo eso no se puede hacer sin complicidad de un funcionario y, claramente, el director de esa cárcel o de los que trabajan en esa cárcel y otras personas de más rango dentro del Estado, que también tuvieron que tener complicidad para que esto ocurriera”, argumentó Izquiel.
Niño Guerrero es pran o líder negativo de la cárcel de Tocoron desde el año 2013. Desde ese año construyó la organización criminal más grande de Venezuela y logró expandirla a, por lo menos, cinco países de América Latina.
Ruiz, excomisario de la policía científica, señala que las autoridades venezolanas deberían hacer hasta lo imposible para capturar a Guerrero. “Por los momentos sus resultados (del operativo) no fueron los esperados”, dijo.
El expolicía agrega que un operativo de tal magnitud debió ser llevado a cabo por un cuerpo de seguridad único, con trabajo de inteligencia y vigilancia diarias hasta culminar la incursión. “El líder tiene que tener conocimiento de la zona confinada a penetrar, salidas, entrada y otras vías de escapes, fijar el objetivo principal y lo más importante, el factor sorpresa”, añadió.
Por su parte, Izquiel señala que quizás muchas personas verán con buenos ojos el cierre de la cárcel de Tocorón, pero el traslado de los privados de libertad a otro centro penitenciario generará más hacinamiento.
“Probablemente, al penal que lleven a los presos que sacaron de Tocorón también esté controlado por algún pran; entonces si eso ocurre se estaría trasladando el problema de una cárcel a otra”.