Venezuela y Guyana firmaron el acuerdo de Argyle, hace apenas 20 días, para comprometerse a resolver de forma pacífica la disputa territorial por el Esequibo.
Los gobiernos declararon conjuntamente que no se amenazarán ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia. Además, abogan por la búsqueda de la buena vecindad, la convivencia pacífica y la unidad de América Latina y el Caribe.
Dos semanas después, el envío de un barco de guerra, como un gesto de “apoyo diplomático y militar” por parte del Reino Unido a su antigua colonia británica, genera una nueva escalada de tensión entre ambas naciones.
El gobierno venezolano respondió con la activación de un ejercicio militar defensivo sobre el Caribe oriental de Venezuela y su fachada Atlántica. Mientras, Guyana asegura que no hay planes de acción ofensiva con el barco británico.
Tensión entre Venezuela y Guyana
Efecto Cocuyo entrevistó a dos expertos para conocer cuáles son las implicaciones de esta nueva confrontación.
“Resulta lamentable la conducta que ha venido siguiendo el Reino Unido que, tras afirmar tajantemente la supuesta validez del Laudo de 1899, ahora envía el HMS Trent a Guyana, lo cual le coloca de espaldas al espíritu del Acuerdo de Ginebra de 1966 del cual es miembro”, declara el presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri), Kenneth Ramírez.
De acuerdo con el internacionalista, aunque el Reino Unido “envió el HSM Trent para fortalecer simbólicamente la capacidad disuasoria de Guyana frente a Venezuela al mostrar su compromiso en materia de seguridad con su excolonia, resulta imprudente después de que la Declaración de Argyle había ayudado a rebajar las tensiones bilaterales”.
La acción del Reino Unido también demuestra que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se equivocó, en su sentencia del 6 de abril de este año, cuando señaló que esta nación no es una tercera parte indispensable en esta controversia.
“Aquí vemos que el Reino Unido no solamente provocó la controversia en el siglo XIX, sino que, en pleno siglo XXI, en lugar de mostrar un comportamiento más ecuánime, apoya a su excolonia para que retenga el territorio que despojó a Venezuela”, cuestiona.
Respecto a las consecuencias para la región, Ramírez responde: “Las controversias pendientes (la terrestre y la marítima conexa, pero distinta) entre Venezuela y Guyana se convierten en un tema recurrente de preocupación regional. Un punto caliente que se mantendrá a lo largo de 2024, dado que ambos Gobiernos lo están utilizando para ganar legitimidad apostando por la carta nacionalista”.
En este sentido, tanto Brasil, como San Vicente y Las Granadinas y Dominica, deben emplearse a fondo para monitorear y procurar contener las tensiones como buenos oficiantes designados en la Declaración de Argyle, comenta.
Violación del acuerdo de Argyle
No obstante, Ramírez considera que, si bien la Declaración de Argyle ha sido violada, es prematuro hablar de la ruptura del acuerdo. “El Gobierno de Brasil ha emitido un comunicado llamando a las Partes a contenerse, volver al diálogo y respetar el espíritu y letra de la Declaración de Argyle. El primer ministro de San Vicente y Las Granadinas ha dicho que se mantiene “optimista”, y que Venezuela y Guyana tienen la madurez suficiente para continuar el diálogo”.
“El primer ministro también ha dejado entrever que ha abordado con Venezuela sus preocupaciones por la visita del buque HMS Trent y ha trasladado garantías de Guyana de que no sería una amenaza. Es decir, está ejerciendo labores de diplomacia preventiva conforme a la Declaración de Argyle”, agrega.
Sadio Garavini di Turno fue embajador de Venezuela en Guyana entre 1980 y 1984. El doctor en ciencia política considera que el gobierno venezolano quiere “hacer ver que se está haciendo algo en materia de la reclamación después de haber creado, en papel, el estado de la Guayana Esequiba”.
En su opinión, el barco británico es un patrullero que acostumbra estar en El Caribe para enfrentar el narcotráfico y resulta “risible” como amenaza para Venezuela.
“La tensión existe en este momento, pero no creo que vaya mucho más allá de hacer mucho ruido y pocas nueces. No es Guyana la que va a poder amenazar realmente a Venezuela, es Venezuela la que tiene la capacidad de hacer algo respecto al territorio del Esequibo. ¿Está dispuesto Maduro a hacerlo?, no lo creo porque no hay gran capacidad y, si la tuviese, vendría una reacción de la comunidad internacional que estaría viendo que el malo de la película sería Venezuela”, manifiesta.
Defensa ante la CIJ
Ambos expertos coinciden en que el Estado venezolano debería estar enfocado en la preparación de una Contramemoria de Méritos para entregarla a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en abril de 2024, para lo cual debería llamar a todos los expertos venezolanos sin distinción ideológica y fortalecer la unidad nacional.
“Venezuela requiere una estrategia integral que defienda nuestros intereses en todos los tableros”, señala Ramírez. Esto incluye la defensa ante la CIJ y considerar presentar medidas provisionales para paralizar las concesiones mineras y madereras otorgadas por Guyana en la Guayana Esequiba.
“Se debe diseñar una campaña diplomática y comunicacional a nivel internacional para explicar nuestra posición respecto a las controversias pendientes. Fortalecer la presencia de la Armada venezolana en la Fachada Atlántica es absolutamente indispensable. Sería incluso necesario fomentar y explotar disensos internos en Guyana. Pero para todo esto, necesitamos una política exterior seria y responsable con nuestros intereses nacionales, que, lamentablemente, hoy echamos en falta”, remarca el presidente de Covri.