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EEUU “se anota un punto” en intento por sentar a Maduro en México, según expertos

POLÍTICA · 18 MAYO, 2022 20:45

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Ibis Leon | @ibisL


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El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, opina que el regreso a la mesa de negociación en México “es un hecho”.

La Plataforma Unitaria y el gobierno de Nicolás Maduro anunciaron el comienzo de conversaciones para reanudar la negociación, luego de que voceros de la administración de Joe Biden confirmaron que se tomarán “medidas específicas” para aliviar la presión al régimen de Nicolás Maduro, este 17 de mayo.

La flexibilización estaría relacionada con una eventual licencia petrolera para la transnacional Chevron que podría permitir la reactivación de sus operaciones en Venezuela solo si Maduro hace concesiones a cambio.

También se habría eliminado de la lista de sancionados a Carlos Erik Malpica Flores, quien es un alto rango de Pdvsa y sobrino de la diputada y primera dama de la República, Cilia Flores.

“Creo que el gobierno de Estados Unidos se anotó un triunfo y la oposición también cuando logran que el gobierno se vuelva a sentar en México. Ahora, lo que está por verse es si esto implica un avance en materia electoral porque esto es visto como un gran un riesgo por el gobierno”, expone Alarcón.

¿Fracasaron las sanciones?

El experto en transiciones democráticas afirmó que las sanciones son las que han servido de apalancamiento para presionar al gobierno de Maduro a sentarse a negociar. “Si estas no existieran no habría incentivo, parecieran ser una carta fundamental”, señala.

Sobre el anuncio del gobierno estadounidense que dio pie a confusiones en cuanto al alcance del levantamiento de las medidas coercitivas, Alarcón responde:

“Hasta el momento lo que hay es la promesa de que si hay acuerdos en México va a haber una flexibilización de sanciones, en el caso de (Carlos) Malpica Flores se trata de una muestra de buena fe, es una forma de decir que están dispuestos a otorgar concesiones si hay avances en el tema democrático”.

El consultor y experto en políticas públicas y planificación estratégica, Michael Penfold, considera que es una “buena señal” que ambas partes deseen retomar el proceso de México ya que “es la única opción que le queda a la oposición y la única alternativa real que tiene el chavismo para enfrentar sus necesidades de reinserción petrolera en un nuevo contexto global”.

Una negociación “frágil”

Penfold sostiene que la negociación es frágil y requiere resultados concretos rápidos para ganar credibilidad.

“El mecanismo de México necesita alguna reingeniería, probablemente ajustar su representatividad, aunque no de forma medular, como a veces se sugiere, sino activar distintas mesas de participación de actores sociales y civiles en las que se venía avanzando”, expresa.

Y agrega: “México necesita, sobre todo, que ambas partes hagan concesiones mutuas que permitan dar señales concretas que hagan ver que creen que es el mejor y único mecanismo para resolver el conflicto. Hasta ahora lamentablemente eso no ha ocurrido”.

El profesor coincide en que EEUU se apalanca en la flexibilización de sanciones para generar una dinámica “de toma y yo te doy” entre los distintos actores, pero siempre dentro de la mesa y no de forma bilateral entre Miraflores y la Casa Blanca.

“No veo que estén abandonando las sanciones, sino que están usando este mecanismo de otra manera para negociar. Veremos qué tan efectiva es esta estrategia porque una estrategia exclusiva de quid pro quo (una cosa por otra) es difícil de implementar sobre todo cuando todavía no hay muestras reales de medidas de construcción de confianza”, apunta.

Alarcón destaca que la negociación es frágil porque hay una relación asimétrica en la que el gobierno de Maduro tiene más poder que la oposición y la oposición necesita negociar más que el mismo gobierno.

Esta asimetría permite que el oficialismo se levante de la mesa cuando considera que se abordan temas que comprometen su permanencia en el poder.

Gobierno de transición y nuevo TSJ, los puntos que trancan la negociación

“Lo que hay que hacer para que la negociación sea sólida no es incorporar a más actores sino hacer que la negociación sea simétrica fortaleciendo la posición de la oposición. Esto en la práctica puede venir dado por el uso de las sanciones, también de la movilización de la mayoría que la oposición tiene a su favor. La refundación de la Plataforma Unitaria entra en juego porque si logra mayor cohesión y unidad obviamente se fortalecerá”, concluye.

POLÍTICA · 22 JULIO, 2022

EEUU “se anota un punto” en intento por sentar a Maduro en México, según expertos

Texto por Ibis Leon | @ibisL

El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, opina que el regreso a la mesa de negociación en México “es un hecho”.

La Plataforma Unitaria y el gobierno de Nicolás Maduro anunciaron el comienzo de conversaciones para reanudar la negociación, luego de que voceros de la administración de Joe Biden confirmaron que se tomarán “medidas específicas” para aliviar la presión al régimen de Nicolás Maduro, este 17 de mayo.

La flexibilización estaría relacionada con una eventual licencia petrolera para la transnacional Chevron que podría permitir la reactivación de sus operaciones en Venezuela solo si Maduro hace concesiones a cambio.

También se habría eliminado de la lista de sancionados a Carlos Erik Malpica Flores, quien es un alto rango de Pdvsa y sobrino de la diputada y primera dama de la República, Cilia Flores.

“Creo que el gobierno de Estados Unidos se anotó un triunfo y la oposición también cuando logran que el gobierno se vuelva a sentar en México. Ahora, lo que está por verse es si esto implica un avance en materia electoral porque esto es visto como un gran un riesgo por el gobierno”, expone Alarcón.

¿Fracasaron las sanciones?

El experto en transiciones democráticas afirmó que las sanciones son las que han servido de apalancamiento para presionar al gobierno de Maduro a sentarse a negociar. “Si estas no existieran no habría incentivo, parecieran ser una carta fundamental”, señala.

Sobre el anuncio del gobierno estadounidense que dio pie a confusiones en cuanto al alcance del levantamiento de las medidas coercitivas, Alarcón responde:

“Hasta el momento lo que hay es la promesa de que si hay acuerdos en México va a haber una flexibilización de sanciones, en el caso de (Carlos) Malpica Flores se trata de una muestra de buena fe, es una forma de decir que están dispuestos a otorgar concesiones si hay avances en el tema democrático”.

El consultor y experto en políticas públicas y planificación estratégica, Michael Penfold, considera que es una “buena señal” que ambas partes deseen retomar el proceso de México ya que “es la única opción que le queda a la oposición y la única alternativa real que tiene el chavismo para enfrentar sus necesidades de reinserción petrolera en un nuevo contexto global”.

Una negociación “frágil”

Penfold sostiene que la negociación es frágil y requiere resultados concretos rápidos para ganar credibilidad.

“El mecanismo de México necesita alguna reingeniería, probablemente ajustar su representatividad, aunque no de forma medular, como a veces se sugiere, sino activar distintas mesas de participación de actores sociales y civiles en las que se venía avanzando”, expresa.

Y agrega: “México necesita, sobre todo, que ambas partes hagan concesiones mutuas que permitan dar señales concretas que hagan ver que creen que es el mejor y único mecanismo para resolver el conflicto. Hasta ahora lamentablemente eso no ha ocurrido”.

El profesor coincide en que EEUU se apalanca en la flexibilización de sanciones para generar una dinámica “de toma y yo te doy” entre los distintos actores, pero siempre dentro de la mesa y no de forma bilateral entre Miraflores y la Casa Blanca.

“No veo que estén abandonando las sanciones, sino que están usando este mecanismo de otra manera para negociar. Veremos qué tan efectiva es esta estrategia porque una estrategia exclusiva de quid pro quo (una cosa por otra) es difícil de implementar sobre todo cuando todavía no hay muestras reales de medidas de construcción de confianza”, apunta.

Alarcón destaca que la negociación es frágil porque hay una relación asimétrica en la que el gobierno de Maduro tiene más poder que la oposición y la oposición necesita negociar más que el mismo gobierno.

Esta asimetría permite que el oficialismo se levante de la mesa cuando considera que se abordan temas que comprometen su permanencia en el poder.

Gobierno de transición y nuevo TSJ, los puntos que trancan la negociación

“Lo que hay que hacer para que la negociación sea sólida no es incorporar a más actores sino hacer que la negociación sea simétrica fortaleciendo la posición de la oposición. Esto en la práctica puede venir dado por el uso de las sanciones, también de la movilización de la mayoría que la oposición tiene a su favor. La refundación de la Plataforma Unitaria entra en juego porque si logra mayor cohesión y unidad obviamente se fortalecerá”, concluye.

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