La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se solidarizó con los obispos de Nicaragua por el más reciente caso de condena a 26 años de cárcel del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien rechazó la semana pasada ser desterrado de su país por el régimen de Daniel Ortega.
A través de un comunicado, los obispos de Venezuela dijeron que seguían de cerca las expulsiones «de sacerdotes, diáconos, seminaristas y religiosos, entre ellos, las Hermanas de la Caridad» que vive la Iglesia católica nicaragüense desde 2018, cuando una serie de protestas sociales y salariales fueron reprimidas con violencia, cárcel y persecución por parte del presidente de ese país centroamericano.
Sobre el caso de Álvarez, a quien enviaron a una cárcel y juzgaron de forma exprés la semana pasada, los obispos destacaron «su coherencia, decisión profética y acompañamiento al pueblo es una luz que mantiene viva la Palabra de la Verdad, la única que libera a los seres humanos», expresaron.
Sin referirse a Ortega reiteraron que piden «a Dios cambie los corazones de quienes han tomado
esas decisiones, para que, además de reconsiderarlas y convertirse, entiendan que, por mandato divino,
la Iglesia será siempre fiel a la misión profética de anunciar la Palabra de liberación caminando junto con
su pueblo».
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Monseñor Rolando Álvarez se negó a subir a un avión con destino a Estados Unidos la semana pasada, cuando el gobierno de Ortega desterró a 222 presos políticos de Nicaragua. Esa decisión llevó al régimen a ordenar su detención en una cárcel de presos comunes y un día después de encarcelarlo lo condenaron en juicio por supuesta traición a la patria.
El medio nicaragüense Confidencial asegura que el obispo se encuentra en una celda de máxima seguridad en la cárcel La Modelo, en la capital del país centroamericano.
«Monseñor Álvarez se encuentra muy sereno, lleno de Dios, consciente y firme de la decisión que adoptó”, afirmó una fuente que consultó este medio digital.
El 10 de febrero una jueza lo condenó a 26 años y cuatro meses de prisión, lo despojó de su nacionalidad e impuso una multa de 1.555 dólares. Además, lo inhabilitaron de por vida para ejercer cargos públicos.
Este domingo, el papa Francisco también expresó su preocupación por el caso del obispo de Matagalpa al pronunciarse en un mensaje público después del rezo del Ángelus.
«Las noticias que llegan desde Nicaragua me han dolido no poco, y no pudo no recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos», dijo el pontífice según la agencia española Efe.
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La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se solidarizó con los obispos de Nicaragua por el más reciente caso de condena a 26 años de cárcel del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien rechazó la semana pasada ser desterrado de su país por el régimen de Daniel Ortega.
A través de un comunicado, los obispos de Venezuela dijeron que seguían de cerca las expulsiones «de sacerdotes, diáconos, seminaristas y religiosos, entre ellos, las Hermanas de la Caridad» que vive la Iglesia católica nicaragüense desde 2018, cuando una serie de protestas sociales y salariales fueron reprimidas con violencia, cárcel y persecución por parte del presidente de ese país centroamericano.
Sobre el caso de Álvarez, a quien enviaron a una cárcel y juzgaron de forma exprés la semana pasada, los obispos destacaron «su coherencia, decisión profética y acompañamiento al pueblo es una luz que mantiene viva la Palabra de la Verdad, la única que libera a los seres humanos», expresaron.
Sin referirse a Ortega reiteraron que piden «a Dios cambie los corazones de quienes han tomado
esas decisiones, para que, además de reconsiderarlas y convertirse, entiendan que, por mandato divino,
la Iglesia será siempre fiel a la misión profética de anunciar la Palabra de liberación caminando junto con
su pueblo».
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Monseñor Rolando Álvarez se negó a subir a un avión con destino a Estados Unidos la semana pasada, cuando el gobierno de Ortega desterró a 222 presos políticos de Nicaragua. Esa decisión llevó al régimen a ordenar su detención en una cárcel de presos comunes y un día después de encarcelarlo lo condenaron en juicio por supuesta traición a la patria.
El medio nicaragüense Confidencial asegura que el obispo se encuentra en una celda de máxima seguridad en la cárcel La Modelo, en la capital del país centroamericano.
«Monseñor Álvarez se encuentra muy sereno, lleno de Dios, consciente y firme de la decisión que adoptó”, afirmó una fuente que consultó este medio digital.
El 10 de febrero una jueza lo condenó a 26 años y cuatro meses de prisión, lo despojó de su nacionalidad e impuso una multa de 1.555 dólares. Además, lo inhabilitaron de por vida para ejercer cargos públicos.
Este domingo, el papa Francisco también expresó su preocupación por el caso del obispo de Matagalpa al pronunciarse en un mensaje público después del rezo del Ángelus.
«Las noticias que llegan desde Nicaragua me han dolido no poco, y no pudo no recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos», dijo el pontífice según la agencia española Efe.