Decenas de familiares de los presos por las protestas postelectorales en Venezuela se congregaron en la entrada del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) este jueves 3 de octubre para exigir atención a sus casos y la intervención del máximo tribunal venezolano en las diferentes causas.
El objetivo de la actividad era entregar un documento en el TSJ firmado por todos los familiares y representantes de las personas detenidas. Aunque el oficio fue recibido en el TSJ, los familiares de las personas presas recordaron que hace una semana también entregaron un documento similar en la sede de la Fiscalía General de la República y todavía no reciben respuesta.


En esta ocasión, los familiares se mostraron con franelas blancas que tenían las fotos de sus allegados detenidos. No sólo estaban las madres y representantes de los adolescentes recluidos en Caracas. También acudió a la actividad un grupo de personas de La Guaira.

“Nuestros familiares no son terroristas. Eso lo sabemos. Sólo exigimos la libertad y que se atiendan los casos”, dijo una de las familiares en la entrada del TSJ.
Presos de las protestas postelectorales se encuentran en condiciones delicadas
Al menos dos de los familiares de las personas detenidas durante las protestas postelectorales afirmaron que sus allegados han contemplado la idea de poner fin a su vida debido a la situación que viven actualmente.
Wladimir Tirado, conyuge de Génesis Villarroel, está detenido en Tocuyito. Él es conductor y tanatólogo. Fue detenido el 29 de julio, cerca de las tres la tarde, mientras trabajaba conduciendo su vehículo. Génesis, junto a las dos hermanas de Wladimir, acudió al TSJ este 3 de octubre para que se conociera su caso.

“El lunes fue que tuve la visita con él. Después de dos meses. Cuando yo entro, él me dijo que no quería vivir, que estaba cansado, que ha intentado suicidarse tres veces. Me dijo que la comida es horrible: agua con espagueti, arroz con agua y la carne molida que le dan está cruda. Además le dan dos dedos de agua por día”, dijo Génesis en conversación con Efecto Cocuyo.

Aunque ella y sus familiares compraron ropa, zapatos y colchoneta para Wladimir, estos artículos nunca llegaron a sus manos. “Le robaron todo. Cuando lo llevaron a Tocuyito se fue sin nada. Desnudo. Como Dios lo trajo al mundo”, manifestó Villarroel.
Una situación similar atraviesa Jhon Guinan, hermano de Neucaris Guinan. Jhon tiene 19 años y está detenido en Tocuyito. Fue detenido el viernes 2 de agosto junto a otras personas como Diomer Gómez. Los familiares recuerdan que ese día los policías no conocían ni siquiera, los nombres de las personas que iban a detener.

“Mi tía fue a verlo el lunes y él está delgado. Está deprimido. Se pregunta que cuándo saldrá de ahí si no es terrorista. No le dicen nada y a nosotros tampoco. Seguimos a la espera. Mi hermano es inocente”, dijo Neucaris.
Diomer Gómez, el único adolescente de Caracas en audiencia
Hasta la fecha son ocho los adolescentes caraqueños que están tras las rejas. Ellos se encuentran en el recinto penal Ciudad Caracas, en El Cementerio.
Diomer Gómez, de 17 años de edad, es, hasta ahora, el único adolescente de este grupo en ser pasado a juicio. La audiencia se celebró sin representación legal y a altas horas de la noche del viernes 27 de septiembre.
“El día viernes lo subieron a audiencia preliminar a las 9:00 de la noche. Nosotros nos enteramos después de las 10:00. La fiscalía dice que no tiene pruebas, pero que igual tiene que ir a juicio y que ellos durante ese proceso van a buscar las pruebas. Han pasado 60 días y todavía no tienen nada contra él. No le dan acceso a un abogado privado. Todo es muy injusto. Tampoco le permiten que el juicio sea en su casa”, dijo Dionexis Gómez, hermana de Diomer.

Dionexis pudo ver a su hermano el martes 1 de octubre en la jornada de visita. Ella asegura que su hermano está triste y deprimido porque no sabe cuándo va a salir de la carcel. “No hay pruebas. Nosotros podríamos ganar el juicio. Pero no sabemos cuánto tiempo va a pasar él detenido. Se le han vulnerado todos sus derechos y también fue torturado”, aseguró Dionexis a Efecto Cocuyo.
Las mujeres organizadas para defender a sus familiares
Con el pasar de las semanas cada vez más familiares se han sumado a la exigencia pública de la liberación de los detenidos en las protestas postelectorales. El miedo que tenían las personas por alguna represalia pasó a ser motivación para contar lo que ocurre y no hacer silencio ante una situación que afecta a miles de personas, especialmente a gente de bajos recursos.
Este jueves 3 de octubre se pudo observar como, principalmente las mujeres, tomaron un rol de liderazgo y organización. Tanto a lo interno como hacia lo externo asumiendo la vocería ante los medios de comunicación y atreviéndose a acudir a un ente como el TSJ para exigir el respeto de sus derechos y el de sus familiares detenidos.


Al finalizar la actividad, el excandidato presidencial Enrique Márquez acudió al lugar para saludar a las familiares de los detenidos y aseguró que también espera que los diferentes casos se resuelvan pronto.

Los detenidos de La Guaira tienen quien los defienda
A la convocatoria también asistieron familiares y allegados de las personas detenidas en La Guaira durante las protestas postelectorales. En total, la representación de los detenidos ascendía a las 49 personas. Además de los dos casos mencionados previamente, está la historia de Winder José Bellorín, un hombre de 31 años detenido en La Guaira.

Su papá, Wilfredo, de 66 años de edad, acudió a la protesta junto a su hermana, Luisa Bellorín, quien, entre lágrimas, recordaba cómo era buscar desesperadamente a su sobrino en las primeras horas de su detención.

“Estuvimos revisando por toda La Guaira hasta que lo conseguimos. Lo llevaron el 30 (de julio), el 31 y fue el día 3 de agosto que lo presentaron en tribunales. En mi familia nunca nadie ha estado preso. Nunca hemos tenido ningún delincuente. Por eso no me explico qué es esto de terrorismo. Yo no sabía que aquí había terroristas así”, dijo visiblemente afectada Luisa Bellorín a los medios de comunicación en la entrada del TSJ.