Las clases en el territorio nacional comenzaron oficialmente este lunes 2 de octubre de 2023 y en Caracas decenas de maestros informaron a padres o representantes que solo trabajaran de dos a tres días a la semana, por los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales en los planteles educativos.
Efecto Cocuyo realizó un recorrido en seis instituciones de tres municipios del Área Metropolitana de Caracas e identificó los mismos problemas que en el período académico 2022-2023: escuelas deterioradas, maestros que se quejan por los bajos sueldos, incertidumbre y deserción docente.
En la Unidad Educativa Nacional Vicente Landaeta, ubicada en San Bernardino, en el municipio Libertador, los profesores notificaron que trabajaran lunes, martes y miércoles. El resto de los días harán otros oficios para obtener ingresos, ya que su sueldo no sobrepasa los 30 dólares mensuales, mientras que la canasta básica se ubicó en 502,27 dólares en julio, de acuerdo con la Federación Venezolana de Maestros (FVM).
Se trata de la medida del horario mosaico, que se implementó en miles de escuelas de Venezuela durante el año pasado. La Vicente Landaeta no recibió estudiantes y acató el llamado que realizó la FVM de reunirse con los padres y las madres para comunicar las acciones a seguir este 2023 y el próximo 2024. En la escuela hay 140 niños inscritos, pero solo 52 padres acudieron a la reunión convocada por la directiva del plantel.

El lugar está lleno de humedad y grietas: la cancha fue clausurada porque el asfalto se hunde en el centro y un árbol enorme está en peligro de desplomarse debido al mal clima de las últimas semanas. Faltan, además, profesores de preescolar, educación física y cuarto y sexto grado.


Edgar Machado, presidente del Sindicato de Maestros de Distrito Capital (Sinvema), informó que espera que el Ministerio de Educación envíe reemplazos a la brevedad posible para que los niños puedan comenzar a estudiar.
Así comenzaron en Libertador
Miembros de Sinvema se movilizaron a lo largo del municipio Libertador para verificar el estado de varios centros de educación. En Catia, al oeste de la ciudad, docentes de la Unidad Educativa Nuestros Ilustres Próceres acordaron atender a los estudiantes de manera presencial solo dos días a la semana.
“Esperamos poder contar con su apoyo en esta lucha para presionar al patrono a dar respuesta a la renovación del contrato colectivo y no con bonos o pequeños aumentos”, dijo el profesor Javier Roa en la institución.
Machado advirtió que, de no haber respuesta del gobierno nacional, la situación podría recrudecerse en los próximos meses. Recordó que un obrero en una institución pública gana entre 93 y 140 bolívares al mes, que equivalen a 2,7 y 4 dólares respectivamente, según la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV).
“Hemos ido a las escuelas y falta gente que da miedo. Los profesores no pueden movilizarse en transporte público, porque no les alcanza. Muchos obreros caminan kilómetros hasta sus sitios de trabajo”, denunció.

En la parroquia Candelaria, el Complejo Educativo Andrés Bello asegura haber recibido 1.179 niños de una matrícula total de 1.478. El director, profesor Wilmer Marcano, afirmó a Efecto Cocuyo que tiene una plantilla completa de 67 profesores.
“Hoy se va a vacunar: toxoide y COVID-19. Estamos teniendo un buen comienzo, al estudiante de primer año los atendimos en el auditorio porque son cinco secciones”, apuntó el docente.

En Chacao se quejan por los sueldos
En el municipio Chacao, a 15 kilómetros aproximados del municipio Libertador, el Liceo Talento Deportivo Luis Navarro abrió las puertas progresivamente. Este 2 de octubre recibió solo a estudiantes de segundo año, los jóvenes de otros niveles acudirán progresivamente a lo largo de la semana.
La directora Xiomara Díaz indicó que el sitio tiene 402 estudiantes matriculados, pero que las inscripciones aún no terminan. La docente afirmó que, si bien en la institución no faltan profesores para dictar las asignaturas, la mayoría de sus colegas se queja por el bajo sueldo y que comprende cuando alguno no puede llegar por el aumento del costo del pasaje.

En la Unidad Educativa Municipal Andrés Bello, el profesor Alcides Arisa, subdirector, indicó que el tema del transporte afecta menos a los docentes de esa escuela, debido a que reciben un bono de parte de la alcaldía de Chacao, que equivale a 60 dólares mensuales, para poder trasladarse.
“Hoy se incorporó primer año, tenemos tres secciones. Comienzan sus clases formales el día jueves. Gracias a Dios tenemos la plantilla de docentes completa. Damos clases de lunes a viernes, en los horarios establecidos”, explicó Arisa. La escuela tiene 749 estudiantes en total, añadió, y en media hay 258 jóvenes.

No obstante, el profesor agregó que los sueldos siguen siendo bajos y que esperan que se decrete un aumento salarial este año.
“En cuanto a los servicios públicos, la escuela tiene todo. Los salones están acordes a la matrícula”, culminó. En los pisos superiores, cuatro profesores y una trabajadora social daban la bienvenida a una decena de nuevos alumnos de secundaria.

Qué pasa en Petare
A 6,8 kilómetros de Chacao, la Unidad Educativa José de Jesús Arocha, en la parroquia Petare del municipio Sucre, recibió para las 7 a.m. un aproximado de 200 niños de una matrícula de 1.070. La guardia nacional vigilaba la entrada al plantel en la mañana.
Si bien la directora, Mirna Rendón, aseguró que no le faltaban profesores y que los servicios públicos funcionan correctamente, representantes informaron a Efecto Cocuyo que algunos grados solo recibieron clase un día a la semana el año pasado.
“El mío venía solo los martes, ahora no sé cómo será. Estoy esperando que me digan, él acaba de pasar para quinto grado”, explicó una madre, que pidió resguardar su identidad.

En la Unidad Educativa Mariano Picón Salas, no asistió más del 25 % del total de inscritos (1.140 estudiantes), de acuerdo con estimaciones de su directora, Marisol Buitriago. La profesora informó que en la zona no hay agua, pero que la falta de suministro no interrumpirá el regreso a clases.
“Hasta los momentos no faltan profesores, esperemos que siga así”, apuntó. El lugar sigue afectado por la humedad, especialmente en la zona del techo. No se registraron trabajadores del gobierno alrededor y la directiva no convocó a ninguna reunión, pues asegura que las clases se ofrecerán de lunes a viernes y no habrá cambios de horario.

Machado calificó de “emergencia” la situación de los centros educativos en el Distrito Capital. Reiteró que el 75 % presenta graves fallas, infraestructura deteriorada y no cuenta con servicios públicos continuos. Exigió al gobierno de Nicolás Maduro una respuesta inmediata, puesto que no hay condiciones para iniciar un nuevo período académico de forma eficiente.