Los presidentes de 11 países fueron convocados por el presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva este 30 de mayo, para realizar una cumbre de mandatarios de la región para tratar principalmente el tema de la integración latinoamericana y acordar pasos en esa dirección.
Previo al encuentro internacional, Lula Da Silva recibió al gobernante Nicolás Maduro en el Palacio de Planalto, desde donde anunciaron que trabajarán en el pleno restablecimiento de relaciones políticas y comerciales tras la ruptura de Miraflores con la gestión de Jair Bolsonaro. La reunión antes de la cumbre da cierto protagonismo a Maduro quien fue recibido con honores de Estado y espera convertir el foro en un escenario de solicitud de levantamiento de sanciones internacionales contra su gestión.
A continuación algunas claves de la cita en Brasilia:
La presidencia de Brasil envió invitaciones a los mandatarios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
De acuerdo con la televisora Telesur, hasta la mañana de este 29 de mayo habían confirmado todos menos Perú, en vista de que su presidenta Dina Boluarte tiene impedimentos legales internos que no le permiten viajar a Brasil. Posteriormente se conoció que el presidente del Consejo de Ministros peruano, Alberto Otárola estará en la cumbre en representación.
Se conoció que la cumbre se hará a puerta cerrada y estará dividirá en dos sesiones. La primera se hará en horas de la mañana y luego se espera un primer pronunciamiento de los mandatarios asistentes. En la tarde se reanudará la cita multilateral mediante un diálogo «más informal».
Está previsto que el diálogo para encontrar puntos comunes y definir próximos encuentros, serán sobre las áreas de salud, cambio climático y defensa, combate al crimen organizado, infraestructura y energía.
Aunque no será un acto de relanzamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) fundada en 2008 por iniciativa del fallecido expresidente Hugo Chávez, el entonces mandatario y también fallecido Néstor Kirchner de Argentina y el propio Lula, el gobernante brasileño expresó que sí es posible retomar el mecanismo.
En rueda de prensa conjunta con Maduro este lunes, Lula expresó que se siente optimista sobre la cumbre que calificó como «reencuentro de muchas personas que ya han estado juntas».
Tras la reunión con Lula, Maduro dijo esperar de la cumbre una declaración conjunta para pedir a EEUU y otros países que se levanten las sanciones internacionales contra su gestión y que le impiden tener acceso a los activos venezolanos en el exterior como Citgo, 31 toneladas de oro depositado en Inglaterra, así como a cuentas del Banco Central de Venezuela.
Lula atajó que los países invitados no «necesariamente» seguirán lo que se les diga o o se les proponga, pero espera que haya la disposición de trabajar en conjunto sobre muchos temas en beneficio de la región.
«No se decide nada mañana solo discutiremos posibilidades para trabajar en otras reuniones (…) Tengo mucho optimismo respecto a mañana» aclaró.
Maduro y Lula anunciaron relanzamiento de relaciones
El internacionalista Iván Rojas admite que retomar relaciones con Brasil como uno de sus principales aliados y la visita a ese país, «ayudan» a Maduro en la normalización de las relaciones internacionales.
«Desde las cuestionadas elecciones de 2018, Maduro no ha tenido gran presencia en foros internacionales y ha limitado sus viajes y ser recibido con honores es importante para él simbólicamente», señaló el directivo del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales en declaraciones a Efecto Cocuyo.
Rojas dijo haberse sorprendido por la «apertura total» de Lula hacia Maduro al calificar como «narrativa»contra el gobierno, la crisis política, económica y humanitaria. Sostiene que el mandatario brasileño debe mostrar más «pragmatismo» en su papel frente al conflicto venezolano, so pena de enfrentar problemas en sus relaciones con otros países como Estados Unidos y si quiere contribuir con buscar una solución democrática.
«Hay un éxodo de personas (migración), caso de investigación por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional, no hay elementos para ser tan amistosos con el gobierno de Venezuela», sostuvo.
Considera que ni los gobiernos de Argentina ni Colombia han demostrado tanta «simpatía» hacia la gestión de Maduro por lo que Brasil parece encaminado a ser un completo aliado de Miraflores. En el caso de Colombia destacó que busca mediar en la crisis venezolana en articulación con EEUU pese a lo distinto de las visiones.
Pero Rojas también advierte que pese a las expectativas de Lula y Maduro «no será una cumbre amistosa» porque recordó, el presidente de Chile, Gabriel Boric no es aliado de Maduro, así como tampoco el presidente de Uruguay, Luis Alberto Aparicio Alejandro Lacalle Pou.
Al confirmar el viaje de Boric a Brasil para participar en la cumbre, su canciller, Alberto Van Klaveren, anunció que está previsto un encuentro con Lula, al tiempo que lo descartó con Maduro. Asimismo, subrayó que el objetivo es retomar el diálogo entre países de la región y no «relanzar» propiamente Unasur.
«El mundo de hoy tampoco es el mundo en el que la Unasur fue concebida. Los desafíos son otros, las visiones del mundo son otras (…) Tenemos (el gobierno chileno) un enfoque pragmático. Esta no es una cumbre de Unasur propiamente tal, no fue convocada de esa manera y probablemente se hable de Unasur pero el acento está más bien en la cooperación en áreas concretas», dijo según reseña del medio chileno emol.
Rojas coincide con el canciller chileno y también advierte que la solución para la integración latinoamericana no es «revivir Unasur» sino crear un mecanismo más robusto que no quiera limitarse a lo ideológico, de lo contrario, aseveró, desaparecerá con los cambios de gobierno. Igualmente descarta una especie de «frente anti EEUU» porque países como Chile no se sumarán.
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Los presidentes de 11 países fueron convocados por el presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva este 30 de mayo, para realizar una cumbre de mandatarios de la región para tratar principalmente el tema de la integración latinoamericana y acordar pasos en esa dirección.
Previo al encuentro internacional, Lula Da Silva recibió al gobernante Nicolás Maduro en el Palacio de Planalto, desde donde anunciaron que trabajarán en el pleno restablecimiento de relaciones políticas y comerciales tras la ruptura de Miraflores con la gestión de Jair Bolsonaro. La reunión antes de la cumbre da cierto protagonismo a Maduro quien fue recibido con honores de Estado y espera convertir el foro en un escenario de solicitud de levantamiento de sanciones internacionales contra su gestión.
A continuación algunas claves de la cita en Brasilia:
La presidencia de Brasil envió invitaciones a los mandatarios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
De acuerdo con la televisora Telesur, hasta la mañana de este 29 de mayo habían confirmado todos menos Perú, en vista de que su presidenta Dina Boluarte tiene impedimentos legales internos que no le permiten viajar a Brasil. Posteriormente se conoció que el presidente del Consejo de Ministros peruano, Alberto Otárola estará en la cumbre en representación.
Se conoció que la cumbre se hará a puerta cerrada y estará dividirá en dos sesiones. La primera se hará en horas de la mañana y luego se espera un primer pronunciamiento de los mandatarios asistentes. En la tarde se reanudará la cita multilateral mediante un diálogo «más informal».
Está previsto que el diálogo para encontrar puntos comunes y definir próximos encuentros, serán sobre las áreas de salud, cambio climático y defensa, combate al crimen organizado, infraestructura y energía.
Aunque no será un acto de relanzamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) fundada en 2008 por iniciativa del fallecido expresidente Hugo Chávez, el entonces mandatario y también fallecido Néstor Kirchner de Argentina y el propio Lula, el gobernante brasileño expresó que sí es posible retomar el mecanismo.
En rueda de prensa conjunta con Maduro este lunes, Lula expresó que se siente optimista sobre la cumbre que calificó como «reencuentro de muchas personas que ya han estado juntas».
Tras la reunión con Lula, Maduro dijo esperar de la cumbre una declaración conjunta para pedir a EEUU y otros países que se levanten las sanciones internacionales contra su gestión y que le impiden tener acceso a los activos venezolanos en el exterior como Citgo, 31 toneladas de oro depositado en Inglaterra, así como a cuentas del Banco Central de Venezuela.
Lula atajó que los países invitados no «necesariamente» seguirán lo que se les diga o o se les proponga, pero espera que haya la disposición de trabajar en conjunto sobre muchos temas en beneficio de la región.
«No se decide nada mañana solo discutiremos posibilidades para trabajar en otras reuniones (…) Tengo mucho optimismo respecto a mañana» aclaró.
Maduro y Lula anunciaron relanzamiento de relaciones
El internacionalista Iván Rojas admite que retomar relaciones con Brasil como uno de sus principales aliados y la visita a ese país, «ayudan» a Maduro en la normalización de las relaciones internacionales.
«Desde las cuestionadas elecciones de 2018, Maduro no ha tenido gran presencia en foros internacionales y ha limitado sus viajes y ser recibido con honores es importante para él simbólicamente», señaló el directivo del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales en declaraciones a Efecto Cocuyo.
Rojas dijo haberse sorprendido por la «apertura total» de Lula hacia Maduro al calificar como «narrativa»contra el gobierno, la crisis política, económica y humanitaria. Sostiene que el mandatario brasileño debe mostrar más «pragmatismo» en su papel frente al conflicto venezolano, so pena de enfrentar problemas en sus relaciones con otros países como Estados Unidos y si quiere contribuir con buscar una solución democrática.
«Hay un éxodo de personas (migración), caso de investigación por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional, no hay elementos para ser tan amistosos con el gobierno de Venezuela», sostuvo.
Considera que ni los gobiernos de Argentina ni Colombia han demostrado tanta «simpatía» hacia la gestión de Maduro por lo que Brasil parece encaminado a ser un completo aliado de Miraflores. En el caso de Colombia destacó que busca mediar en la crisis venezolana en articulación con EEUU pese a lo distinto de las visiones.
Pero Rojas también advierte que pese a las expectativas de Lula y Maduro «no será una cumbre amistosa» porque recordó, el presidente de Chile, Gabriel Boric no es aliado de Maduro, así como tampoco el presidente de Uruguay, Luis Alberto Aparicio Alejandro Lacalle Pou.
Al confirmar el viaje de Boric a Brasil para participar en la cumbre, su canciller, Alberto Van Klaveren, anunció que está previsto un encuentro con Lula, al tiempo que lo descartó con Maduro. Asimismo, subrayó que el objetivo es retomar el diálogo entre países de la región y no «relanzar» propiamente Unasur.
«El mundo de hoy tampoco es el mundo en el que la Unasur fue concebida. Los desafíos son otros, las visiones del mundo son otras (…) Tenemos (el gobierno chileno) un enfoque pragmático. Esta no es una cumbre de Unasur propiamente tal, no fue convocada de esa manera y probablemente se hable de Unasur pero el acento está más bien en la cooperación en áreas concretas», dijo según reseña del medio chileno emol.
Rojas coincide con el canciller chileno y también advierte que la solución para la integración latinoamericana no es «revivir Unasur» sino crear un mecanismo más robusto que no quiera limitarse a lo ideológico, de lo contrario, aseveró, desaparecerá con los cambios de gobierno. Igualmente descarta una especie de «frente anti EEUU» porque países como Chile no se sumarán.