Unas 10.000 familias de las comunidades de las parroquias Guajira y Alta Guajira sufren por la sequía y la hambruna. La situación del agua se agudiza cada día, los Jagüeyes se secaron por falta de lluvia mientras que el plato de comida se reduce por la crisis económica que atraviesa los pueblos indígenas Añú y Wayuu.