Tras años de juicios, acusaciones y períodos en prisión, Mubarak, para quien la Fiscalía llegó a pedir la pena capital en 2012 por la muerte de manifestantes durante la Primavera Árabe, falleció en un hospital a los 91 años, libre y reconocido por un Gobierno que actualmente se refirió a él como "héroe de guerra" y declaró tres días de duelo nacional