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Caracas.- Ante la demora en la activación del plan nacional de vacunación contra el COVID-19 en Venezuela y la posterior confusión y alarma de la ciudadanía, en cuanto a inconsistencias y desorganización en su aplicación, las denuncias sobre reventas de vacunas en el mercado negro se han vuelto cada vez más comunes a través de las redes sociales. Pero, ¿cuáles son los riesgos a los que se enfrenta la persona que las adquiera?
Patricia Valenzuela, médico infectólogo – internista y miembro de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Infectología, explicó para el equipo audiovisual de El Pitazo que, uno de los mayores peligros a los que puede llevar el desespero por obtener la inmunización, es que los ciudadanos queden implicados y perjudicados en una dinámica de falsificación, pues se estarían exponiendo a la aplicación de una vacuna que no cumple con los permisos sanitarios de rigor.
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Por su parte, la Academia Nacional de Medicina ya había alertado a finales de mayo, que el número de vacunas enviadas por Rusia y China, países aliados al gobierno de Maduro, no satisface por largo la meta de atender a 70% de la población adulta del país, estimada en unos 15 millones de personas y que aspira a cumplir para agosto del año en curso.
Dado que Venezuela experimenta un repunte en la enfermedad, mientras el secretario de la Academia Nacional de Medicina, doctor Elíades Urbina, advierte sobre la falta de pruebas diagnósticas y “la falta de transparencia por parte del Ministerio de Salud sobre un plan de vacunación", se hace necesario insistir, desde una vocería autorizada, en que el hecho de acudir a un mercado clandestino de vacunas puede traer consecuencias aún más graves para los venezolanos que tratan de encontrar solución a una angustia por su integridad física que va en aumento.
