El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que cuatro militares -tres de ellos presos políticos y uno detenido por una causa común- se encuentran incomunicados desde el pasado 20 de abril en las instalaciones del Centro de Procesados y Penados Militares Guaicaipuro, ubicado en la carretera La Raisa de los Valles del Tuy, estado Miranda.
En medio de este aislamiento sus familiares están preocupados, ya que desconocen cuáles son sus condiciones de reclusión, y exigen fe de vida, según señalaron al OVP.
Los tres presos políticos incomunicados son el sargento segundo Andrés Alfonso Paredes Soler, el sargento mayor de tercera Giomer Martínez Natera y el primer teniente Jefferson García Dos Ramos.
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Castigados por denunciar
De acuerdo con una nota de prensa de la organización no gubernamental, estos militares grabaron un video en diciembre de 2024 para denunciar que fueron víctimas de una requisa violenta en el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil) en Ramo Verde, Los Teques.
Como forma de castigo, los 13 castrenses que aparecían en el material audiovisual fueron trasladados al Fuerte Guaicaipuro en febrero de 2025 y, luego del 20 de abril, no se les permitió tener visitas ni recibir paquetería.
A finales de mayo, por orden del General de División de la FANB Luis Ojeda, director del Servicio Penitenciario Militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), nueve militares fueron enviados de regreso a la cárcel de Ramo Verde. Sin embargo, cuatro quedaron rezagados por falta de transporte. Su regreso prometido a Ramo Verde no se realizó y continúan incomunicados.
“Escuchen el clamor de una madre desesperada. Ya tengo más de un mes sin saber nada de mi hijo, pónganse la mano en el corazón y ayúdenme a que lo trasladen a Ramo Verde para verlo", suplicó Zaira Natera de Martínez, madre del sargento mayor de tercera Giomer Martínez Natera, a través de un video.
Por su parte, Ángel Soler, tío del sargento segundo Andrés Alfonso Paredes Soler, exige una fe de vida de su sobrino.
Estos familiares han acudido en reiteradas ocasiones al centro de reclusión e, incluso, han hablado con el general Ojeda, pero no reciben respuestas ni autorización para ver a sus seres queridos, acotó el OVP.
Centro de torturas
En su nota de prensa, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) destacó que el Centro de Procesados y Penados Militares Guaicaipuro es controlado actualmente por el Servicio de Sistema de Máxima Seguridad (SESMA). Su traspaso al Ministerio de Servicios Penitenciarios fue concretado “de palabra" el pasado 25 de abril.
Según la ONG, el SESMA es una unidad integrada por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), “quienes trabajan encapuchados y funcionan como un sistema paralelo, al margen de toda supervisión institucional clara, lo que agrava la opacidad y la indefensión de los reclusos".
La ONG también destacó “el Fuerte Guaicaipuro ha sido señalado como un centro de torturas por su régimen de aislamiento, carencia de atención médica adecuada, restricción total de visitas, incomunicación con el exterior y alimentación deficiente".
En tal sentido, el Observatorio Venezolano de Prisiones considera urgente que el Ministerio de Servicios Penitenciarios asuma el control formal del centro, desplace a los cuerpos militares e inteligencia que lo dirigen y pase al marco legal penitenciario.
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