La activista venezolana Andreína Baduel confirmó este 17 de mayo que su hermano Josnars Adolfo Baduel está vivo.
Baduel venía solicitando fe de vida de su pariente, luego de una semana de «rumores» sobre su «posible muerte».
«Después de 111 días sin verlo, en aislamiento absoluto, y tras una semana entera de angustia por rumores sobre su posible muerte, nos permitieron una visita en el Rodeo I», escribió en una publicación en X.
La activista detalló que solo le permitieron ver a Josnars Adolfo por espacio de 15 minutos; separados por un vidrio y comunicándose a través de un teléfono.
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«Pero verlo, aunque sea por un instante, fue suficiente para recuperar un poco de calma. Gloria a Dios Josnars está vivo», señaló.
La integrante del Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clipp) acotó que la salud de su hermano sigue comprometida, “pero su espíritu permanece firme".
«Lo que más me marcó fue escucharlo decir: ‘Solo en las bolsas con los insumos que me mandaban podía saber que ustedes seguían ahí’. Esa frase lo resume todo. El nivel de aislamiento. La tortura emocional. El abandono, pero también habla de amor, de resistencia y de cómo los gestos más pequeños pueden sostener a alguien en la oscuridad», apuntó.
La denuncia constante
La activista mencionó que «no fue el Estado quien le dio una respuesta, sino la presión, la denuncia constante, el acompañamiento jurídico, internacional, comunicacional y humano que no ha parado ni un solo día».
«La fe de vida que hoy tenemos no fue un regalo, fue una conquista. Cada tuit, cada protesta, cada denuncia por pequeña que parezca sirve. La presión funciona. La visibilidad protege. Y denunciar siempre es lo correcto. Gracias a quienes no han soltado esta causa», dijo al finalizar.
Josnars Adolfo Baduel fue detenido en 2020, tras ser acusado de participar en la operación Gedeón, que presuntamente planeaba dar un golpe contra Nicolás Maduro.
Fue imputado con los delitos de «traición a la patria», «terrorismo», «conspiración», «tráfico de armas» y «asociación para delinquir» y sentenciado a 30 años de cárcel en 2024.