Caracas.– La Fundación Familia S.O.S. Libertad, que agrupa a familiares de presos políticos en Venezuela, denunció una serie de «actos represivos» y «tratos crueles, inhumanos y degradantes» ocurridos en la última semana en centros de reclusión militar como la Policía Militar de Fuerte Tiuna y la Cárcel Militar de Ramo Verde.
Según un comunicado de la organización, que expresa la «profunda preocupación y alarma» de los familiares, el pasado 21 de mayo, funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) tomaron el control de la Policía Militar de Fuerte Tiuna.
Durante esta acción, «todos los detenidos les fueron arrebatadas sus pertenencias, sufrieron maltratos físicos y verbales, fueron afeitados forzosamente, y obligados a vestir uniformes que, para nosotros, solo buscan deshumanizarlos». Además, electrodomésticos y alimentos fueron dañados. Casi dos semanas después, al intentar recuperar las pertenencias, muchas se encontraban perdidas o deterioradas.
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Destrucción y humillación en Ramo Verde
La noche del 27 de mayo, la Cárcel Militar de Ramo Verde, que alberga a alrededor de 90 presos políticos, fue escenario de una «violenta e inaceptable requisa» encabezada por el director del penal, según la denuncia. La Fundación Familia S.O.S. Libertad detalló que los funcionarios ingresaron con «herramientas de destrucción como martillos, cinceles y mandarrias, además de escopetas y equipos antimotines».
Esta operación resultó en la «destrucción sistemática de las instalaciones»: se rompieron cerámicas de baños, lavamanos y urinarios. Colchones, paredes y pisos fueron dañados en varias celdas, al igual que electrodomésticos, tomacorrientes y cableado.
Los alimentos enviados por las familias «fueron arrojados al suelo, y los detenidos fueron obligados a desnudarse y saltar, en un acto de trato humillante y degradante que atenta directamente contra su dignidad e integridad física».
La organización advierte que la celda de aislamiento conocida como «El Tigrito» se encuentra «al límite de su capacidad, sin espacio para un preso más».
Tocuyito: denuncias de tortura y convivencia con presos comunes
El comunicado también se refiere a una situación «igualmente alarmante» que, según denuncias de los detenidos, se registró desde el 15 de mayo y se agudizó el 28 de mayo en el Centro Penitenciario de Tocuyito. Allí, funcionarios estatales irrumpieron, maltrataron y destruyeron pertenencias. Cuatro de los presos políticos trasladados a un nuevo espacio dentro del mismo centro, ahora denominado SESMA, han sido víctimas de tortura.
La Fundación Familia S.O.S. Libertad destaca que estas acciones por parte de organismos de seguridad violan el artículo 46 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, que prohíbe la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Asimismo, denuncian que la situación de los presos políticos se agrava al «convivir forzosamente con presos comunes en ambientes donde ocurre consumo de sustancias psicotrópicas y estupefacientes», lo que implica un riesgo para su salud e integridad física y les impide expresar quejas por temor a agresiones. Esta realidad vulnera el artículo 272 constitucional, que exige al Estado garantizar un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación y el respeto a los derechos humanos.
Exigencia de la Fundación Familia S.O.S. Libertad
«Nosotros, los familiares de los presos políticos, hacemos un llamado desesperado a la comunidad nacional e internacional para que visibilice y condene estas violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Venezuela», manifestó la Fundación Familia S.O.S. Libertad.
La organización exige al Estado venezolano el «cese de la tortura y el cese inmediato de los tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como la garantía de condiciones de reclusión dignas y seguras, tal como lo establece nuestra propia legislación».
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