La tensión entre los gobiernos de Brasil y Venezuela se mantiene. Este 2 de noviembre el canciller Yvan Gil volvió a exigirle al Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño que desista de entrometerse en temas que el oficialismo considera “asuntos internos" de los venezolanos.
Desde el 28 de julio, ante la falta de presentación de resultados detallados y verificados que sustenten la reelección de Nicolás Maduro anunciada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Gobierno de Lula da Silva ha tomado distancia y ha sido crítico con el Ejecutivo venezolano.
El 1 de noviembre, la Cancillería brasileña comunicó que su interés en los comicios presidenciales del país vecino surge por su participación en los Acuerdos de Barbados del 17 de octubre de 2023. Gil calificó este pronunciamiento como una “artimaña" y otra “agresión" por parte de Brasil.
Mantener el discurso
Para el Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela es “inentendible" que el Gobierno brasileño sostenga su postura de exigirle al CNE la publicación de los resultados disgregados de las presidenciales desde hace más de tres meses.
“Trata de engañar a la comunidad internacional, haciéndose pasar por víctima", señaló el comunicado de Gil en respuesta a la aclaración de Brasil sobre el caso venezolano.
La Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) coincidieron en que las elecciones venezolanas no cumplieron con los estándares de integridad y transparencia. Por eso, desde finales de julio, le han exigido al CNE la verificación y publicación detallada de los dos boletines que anunció su presidente, Elvis Amoroso.
Celso Amorim: Brasil no reconoce la victoria de Maduro por falta de transparencia
Incluso, en la sede de la OEA en Washington, Estados Unidos, tanto el Centro Carter como el comité técnico electoral del Comando Con Venezuela presentaron las actas electorales que reflejan una victoria del candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, con el 67% de los votos.
Entre sus acusaciones contra Brasil, Yvan Gil dijo que ese país se autodenominó testigo del Acuerdo de Barbados. En la firma del acuerdo entre el oficialismo y la oposición no solo estuvo presente el Gobierno brasileño, sino también representantes del país caribeño que fue sede del encuentro de Colombia, México, Noruega, Países Bajos y Rusia.
Así como el Gobierno de Lula ha insistido en la publicación de las actas electorales por parte del CNE, el oficialismo venezolano también ha repetido su discurso de que otros países no se inmiscuyan en sus asuntos internos, una postura que no ha cambiado desde que, el 15 de agosto, Nicolás Maduro se pronunció al respecto.
“No practicamos la diplomacia del micrófono", respondió el mandatario cuando fue consultado por los pronunciamientos de Brasil y Colombia sobre las elecciones venezolanas. En la misma declaración opinó que los colombianos estaban sufriendo una “terrible guerra" entre su gobierno y la guerrilla.
Sin confianza
La respuesta de Gil al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil recrudece la relación entre Brasil y Venezuela. Incluso, el asesor especial de Lula, Celso Amorim, dijo el pasado 25 de octubre que la confianza con Maduro está “rota".
La falta de publicación de resultados, sumado a la represión gubernamental que causó 2.400 detenciones, con al menos 150 menores de edad arrestados, y 24 muertos, colmaron la paciencia del Gobierno brasileño.
El mismo presidente de Brasil aseguró, al ser entrevistado en Radio Gaúcha el 16 de agosto, que Venezuela vivía bajo un régimen con “sesgo autoritario". También, el 6 de septiembre calificó de “decepcionante" el comportamiento de su homólogo venezolano.
Aparte de Gil, otro funcionario que se ha dirigido al presidente brasileño es el fiscal general Tarek William Saab. A mediados de octubre, en una entrevista con Globovisión, lo acusó de ser un “agente de la CIA". Estas declaraciones fueron desautorizadas por el canciller.
Las acusaciones del fiscal sobre Lula continuaron en septiembre, luego de que la petición de admisión de Venezuela en el grupo Brics fuese rechazada por Brasil. En esta ocasión, a través de su Instagram, Saab dijo que Lula, quien se ausentó a la cumbre del grupo económico celebrada entre el 22 y 24 de octubre por un contratiempo que sufrió, “manipuló su accidente" para “engañar" a la organización.
Lejos de desautorizar las críticas del fiscal, el Gobierno venezolano y la Asamblea Nacional (AN) lo ratificaron en su cargo el 31 de octubre. Por su parte, este 2 de noviembre, Gil señaló en el comunicado que Brasil debe cambiar su conducta para “evitar deteriorar" las relaciones diplomáticas entre ambos países.