Caracas.- La mañana del 25 de mayo, el país se encontró con mensajes opuestos de los principales actores políticos: Nicolás Maduro instó al voto a través de los medios estatales, mientras que la líder opositora María Corina Machado, desde la clandestinidad, ratificó su llamado a la abstención en redes sociales. El resultado inicial en los centros electorales fue una escasa participación en las primeras horas de apertura de mesas.
La afluencia de votantes en estas elecciones regionales y parlamentarias es notablemente menor a la registrada en la elección presidencial del 28 de julio de 2024. Aquel proceso, aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró ganador a Maduro, aún no cuenta con los resultados desglosados oficiales.
«Vine a votar porque es mi derecho. También porque es un deber de la patria», expresó Franklin Hernández Castro, un elector en el liceo Miguel Antonio Caro de Catia, al oeste de Caracas, un sector tradicionalmente chavista. Hernández Castro fue uno de los pocos sufragantes en un centro que suele convocar a gran número de personas, pero que hoy exhibió filas escasas para ejercer el voto.
La situación se replicó en importantes localidades de los estados Miranda, Zulia, Vargas y Monagas, según reportes recibidos por El Pitazo.
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Bajo flujo en centros clave
Con un universo de 21,4 millones de venezolanos aptos para votar, estas elecciones buscan designar a 285 diputados para la Asamblea Nacional, 24 gobernaciones (incluyendo por primera vez a la Guayana Esequiba) y 260 legisladores regionales. Sin embargo, la jornada está marcada por una ola de detenciones de dirigentes y activistas opositores previas al proceso, así como por la persistente duda sobre el resultado de la pasada elección presidencial, donde las actas de testigos de mesa otorgaron el triunfo a Edmundo González Urrutia con el 67% de los votos.
En el estado Zulia, la Escuela Fe y Alegría La Chinita, centro con la mayor cantidad de electores, registró una baja afluencia. Hasta las 8:00 a.m., apenas 30 personas de los 1.200 votantes registrados habían sufragado.
La misma imagen se observó en el estado Bolívar, al sur de Venezuela y limítrofe con la Guayana Esequiba, donde el flujo de votantes era escaso hasta las 9:00 a.m. Una historia similar se repitió en estados como Vargas (recientemente renombrado La Guaira por el oficialismo) y Carabobo, según reportes de ciudadanos y medios alternativos que siguen la elección.
Normalidad oficial y control en las calles
A pesar de los reportes de baja participación, pasadas las 9:30 a.m., las autoridades informaron a través de los medios del Estado que el proceso se desarrollaba con «absoluta normalidad». No obstante, se reportaron algunos retrasos en la instalación de mesas en la parroquia Cachamay de Puerto Ordaz, estado Bolívar.
En Caracas, la avenida Sucre, que conecta el oeste de la capital con el Palacio de Miraflores, amaneció con alcabalas dirigidas por cuerpos de seguridad. En Vargas, la participación también fue mínima en los centros dominados por el chavismo en Catia La Mar y Maiquetía.Una característica recurrente de este proceso electoral son los toldos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), donde se registra a los seguidores del partido y a los funcionarios que acudieron a votar. Esta práctica fue observada en la parroquia Carlos Soublette de Vargas, entre otros lugares.
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