
Clarines.- Luego de tres invasiones a las instalaciones de donde funcionaría la Clínica Municipal José Gregorio Hernández de Clarines, zona oeste del estado Anzoátegui, este jueves 11 de noviembre se materializó la inauguración del primer centro asistencial en la localidad.
En compañía de las autoridades sanitarias del estado y directiva del Hospital Luis Razetti de Barcelona, la alcaldesa del municipio Bruzual, Francisca Rojas, informó sobre el inicio oficial de las actividades en las instalaciones donde contarán con la atención de diez especialidades.
“Este año tuvimos que batallar junto a las comunidades para evitar que funcionarios de Polianzoátegui instalaran una casilla policial donde ya habíamos prometido instalar una clínica municipal. Las instalaciones pertenecían a una entidad de ahorro y préstamos que paralizó sus labores y cedió a la alcaldía de Bruzual con el fin de generar beneficio a los habitantes de Clarines", resaltó la mandataria local.
Rojas detalló que desde este jueves comenzaron a ofrecer sus servicios en las especialidades de pediatría, urología, nefrología, traumatología, ginecología, neomonología, cardiología, foniatría, cirugía y medicina interna.
Elena Salazar es una de las habitantes de la población de Clarines y contó al equipo de El Pitazo que en los 25 años que tiene habitando en la zona oeste de Anzoátegui nunca había visto funcionar una clínica municipal.
“Nosotros tenemos que ir hasta Píritu o Barcelona para poder recibir atención médica y aquí el servicio de transporte es fatal, por eso mucha gente prefiere atenderse en su casa con remedios caseros o esperar morir, pero no duplicar su dolor para dirigirse a las localidades más lejanas. En carrito tardamos casi una hora para trasladarnos al Hospital Razetti", resalto.
Son más de 12 comunidades y seis mil habitantes de la zona oeste, quienes se verán beneficiados directamente con el centro asistencial, cuyas consultas fueron ofrecidas de manera gratuita a los habitantes de la población.
Clarines es una población con unos 40.180 habitantes y es una de las pocas zonas del estado Anzoátegui que aún conservan intactas sus edificaciones coloniales, entre las que destacan las calles del casco central y la iglesia San Antonio de Padua con más de 500 años de antigüedad.