
Cumaná.- La fundación Cumaná Mía beneficia a cerca de 100 niños con un almuerzo balanceado de lunes a viernes. Los miembros de esta organización, un grupo de voluntarios y representantes de la iglesia católica en la entidad, son quienes se encargan de preparar y servir los alimentos a los niños de los sectores El Peñón y Brasil de la capital del estado Sucre.
“Gracias a esta iniciativa de estas personas mi nieta recibe un plato de comida diariamente. Que Dios bendiga a esta gente que ayuda a los demás. La situación está muy dura en el país y hay días que los padres no tenemos ni un pedacito de pan o arepa para darles a nuestros hijos o nietos", narró Griselda Cariaco, abuela de unos de los pequeños que se alimentan en el comedor de Brasil.
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Sostuvo que los niños que asisten a la iglesia son atendidos por una maestra que los ayuda a realizar las tareas e investigaciones que deben entregar en sus escuelas. “No solo aprenden castellano y matemáticas, también reciben formación de buenos modales y cómo se deben sentar en una mesa", afirmó Cariaco.
Iglesia y voluntarios
La directora de la Fundación Cumaná Mía, Miranda Ponce, indicó que este es un proyecto integral en el cual se aprecia el trabajo en equipo de los voluntarios y los representantes de la Iglesia católica. Este es un trabajo muy arduo en el que hay muchas manos que colaboran para atender diariamente a estos infantes, que no tienen nada en su casa para comer. Entregamos una comida balanceada para suplir las deficiencias nutricionales de los infantes.
Según Ponce, “ante la crisis humanitaria que está pasando el país un grupo de personas decidimos hacer algo en los sectores más vulnerables de la entidad. Tenemos más de cinco años capacitando a través de talleres a líderes vecinales de la región y desde hace un año alimentamos a niños que reciben comida chequeada por una nutricionista".
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La directora de la fundación señaló que mensualmente se realizan chequeos de talla y peso de los pequeños para saber si están asimilando los nutrientes.
La vocera informó que según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un niño mal alimentado cuando cumpla 20 años no va a tener la capacidad de valerse por sí mismo. “Por esa razón decidimos abrir estos comedores, con la ayuda de mucha gente que está haciendo un esfuerzo dentro y fuera del país para apoyar a los venezolanos".
“Cumaná Mía es un grupo de profesionales y personas de la sociedad civil que se unieron para hacer algo por la ciudadanía. Nuestro fin es que las comunidades se apoderen del conocimiento y las herramientas para resolver sus problemas", expresó Ponce, quien comentó que con la alianza del párroco y las personas de la iglesia Nuestra Señora las Mercedes de la comunidad de El Peñón, desde hace tres meses abrieron un comedor en esta localidad de la parroquia Valentín Valiente donde se atiende a más de 40 pequeños.
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