Cinco meses tienen desbordadas las cloacas en la comunidad de Achipano en Margarita

Entre aguas negras y fallas de servicios públicos conviven en esta zona de Porlamar. Los vecinos temen que estas condiciones generen una epidemia entre los habitantes

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Los habitantes de Achipano exigen limpieza a las quebradas para evitar el desborde de las aguas | Foto: Lisbeth Miquilena

Las cloacas de la calle San Antonio de la comunidad de Achipano, municipio Mariño del estado Nueva Esparta, se encuentran colapsadas desde hace cinco meses. Las aguas servidas corren como río, por los que los habitantes temen que esta problemática genere una epidemia, ya que, además del mal olor que emana, se proliferan los zancudos y otros insectos.

Denunciaron que a pesar de estas condiciones que están a la vista de las autoridades, porque esta es la principal calle de este sector; ningún ente del gobierno se preocupa por resolverlo.

«Pasan los días y los meses y el colapso de las cloacas permanece. Nuestra preocupación es las consecuencias en la salud de quienes habitamos esta zona», denunció Nelson Díaz, durante la visita de la organización no gubernamental Juventud Insular, que trabaja en cada rincón neoespartano para dar a conocer las informaciones que se generan en Venezuela y a su vez escuchar las carencias que padecen los habitantes de dichas comunidades.


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Otros de los problemas que padecen en esta comunidad porlamarense es la falta del servio de agua, gas doméstico y el alumbrado público, lo que permite el incremento de la inseguridad, debido a que la delincuencia se aprovecha de actuar en medio de la oscuridad.

Para Yexy Villegas, ama de casa y madre de cuatro niños, vivir en esta comunidad de Porlamar en los últimos años ha empeorado su calidad de vida. Manifestó que ya no llega el agua por tubería y debe rendir dos tobos diarios para poder atender a sus hijos y sus dos sobrinos.

ONG Juventud Insular visitó comunidad Achipano y escuchó su problemática | Foto: Lisbeth Miquilena

«La única reserva de agua que tengo es un tanque pequeño y cuando se me acaba tengo que cargar agua desde la entrada o irme hacia la avenida, que está otro tanque para pedir agua y solo nos dan dos tobos por persona. Entonces se imaginarán como debemos rendir esos dos tobos de agua para seis niños, mi mamá y yo», exclamó.

Las calles también muestran deterioro y huecos por doquier. Lamentan ver como su comunidad se encuentra en el olvido por la autoridad municipal de Mariño, por lo que le hicieron un llamado a atender las necesidades que padecen, así como limpiar las quebradas, porque cada vez que llueve se desbordan e inundan sus viviendas.

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