Cuando los representantes de los partidos minoritarios, en una aparente representación de la oposición, estamparon su firma en la Casa Amarilla, concluyó la primera fase de un proceso de conversaciones, que como lo dijo el mismo Nicolás Maduro, se realizó a la par de que los enviados por Juan Guaidó trataban de dialogar con los delegados oficialistas en Barbardos.
Un juego de sombras y fintas, de apariencias y engaños, cuyo objetivo final es darle tiempo al gobierno de Maduro y ahogar a Guaidó en las horas, días y meses que pasen sin que haya el cambio esperado por los venezolanos. Una estrategia donde desesperar a los venezolanos opositores y a los países de Unión Europea y a EEUU, forma parte de los movimientos estratégicos del oficialismo.
Como parte de ese guión, los partidos minoritarios debían construir sus razones del porqué sentarse a la mesa sin estar en coordinación con la oposición mayoritaria. No ser escuchados por Guaidó y por los demás miembros del G4 (Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo) es uno de esos motivos esgrimidos por esas organizaciones representadas, entre otros, por Timoteo Zambrano, Henri Falcón y Claudio Fermín.
No obstante, hace un poco más de tres semanas, indican fuentes cercanas a Guaidó, Zambrano se reunió con el presidente encargado y máxima autoridad de la Asamblea Nacional. Para ese momento, Guaidó sabía de los planes de Zambrano, y esperaba desarticularlos.
A Falcón también se le ofreció conversar. Se le agendó la cita en más de una ocasión. Una excusa a tiempo, un cambio de agenda, impidió el encuentro con Guaidó. Claudio Fermín, me cuentan, también estaba en la agenda, pero no se concretó nada.
Otro detalle importante en este proceso de construir el camino para que los partidos minoritarios ayuden a ganar tiempo de Maduro, es que, según nuestras fuentes, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, ni Diosdado Cabello, tenían toda la información de los planes con los partidos minoritarios. Incluso, al ministro no le presentaron la propuesta realizada en la mesa de Barbados de formar una junta de gobierno cívico militar, luego de que Maduro y Guaidó se separan de sus cargos, para en nueve meses realizar una elección, información que tampoco debió guardar Guaidó por respetar unos acuerdos irrespetados por la contraparte.
Por su parte, a Cabello, comentan los informantes, lo sorprendieron con la reincorporación del Polo Patriótico a la Asamblea Nacional, por eso ahora se ha retrasado esa movida con la excusa de que analizan quiénes ocuparán esos curules.
Pese a todo eso, el lunes 16 los hermanos Rodríguez (Delcy y Jorge) quisieron montar la escena perfecta para la firma del acuerdo. El canciller Jorge Arreaza ordenó invitar al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela. Cuando los embajadores preguntaron el motivo del encuentro en Casa Amarilla, solo les dijeron que estarían todos los ministros en una reunión importante. Por eso, al ver de qué se trataba el acto, decidieron retirarse y no convalidar el acuerdo con su presencia.
Luego de leer esos datos sobre las interioridades de los acuerdos, cierre esta historia con la denuncia que realizó el diputado Teodoro Campos, quien fuera secretario de Gobierno de Henri Falcón en Lara: “En realidad todo está ‘negociado’ (y negociado con ‘€’ porque el euro en efectivo es la moneda usada para el reparto del botín del Tesoro Nacional, al igual que en mayo de 2018). Repito: Este no es un diálogo, Es un negocio en el que se está vendiendo la vida y el futuro de 30 millones de venezolanos”.
Lea: Diputado Teodoro Campos: “Esto no es un diálogo, es un negocio”
Con esas palabras de Campos, creemos que no hace falta más explicación para entender la estrategia construida por Maduro, los Rodríguez y los partidos minoritarios, para darle tiempo al oficialismo.
Solo queda esperar, como lo dijimos en el artículo pasado, que Guaidó tenga una respuesta de estadista y sepa liderar a una población que, en medio del agobio económico y crisis de los servicios públicos, quiere un cambio que abra espacios a la prosperidad de todo el país.
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