Los cerca de 2.000 migrantes, en su mayoría venezolanos forzados a salir de su país por la crisis poselectoral, que emprendieron una caravana desde la ciudad de Tapachula, Chiapas, hacia la frontera con Estados Unidos el 20 de octubre se exponen a una serie de riesgos significativos, indicó la fotógrafa del diario El País Mónica González al programa En Conexión, de César Miguel Rondón.
“Son 5.000 kilómetros para llegar a la frontera", precisó González, quien tiene experiencia en la cobertura de estas rutas de migrantes, en la entrevista realizada el 23 de octubre sobre la caravana denominada ‘El Niño’, por la presencia de numerosas familias con niños.
Expuso que estos riesgos pueden variar según las condiciones climáticas, la ruta tomada y la presencia de grupos criminales. “Es mucha la presión porque están expuestos a la intemperie y el clima, asociado en este momento a los huracanes", explicó González sobre la difícil travesía que es a pie y, en pocos casos, en autobús a ratos para quienes poseen un salvoconducto de 30 días para permanecer en el país azteca.
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“Si son detenidos, pueden ser deportados", dijo. Los migrantes forman parte de una economía irregular que se disputan los grupos criminales, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que han generado una escalada de violencia, con secuestros, extorsiones y homicidios por el control territorial en Chiapas, precisó la fotorreportera.
Señaló, asimismo, que los grupos criminales se hacen pasar por guías en las caravanas, ofrecen protección y asistencia a los migrantes a cambio de dinero o favores durante el trayecto.
Esta es la tercera caravana más grande que ha salido de México durante el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien asumió la Presidencia el 1 de octubre. Viajan migrantes de Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, Haití, Honduras, Guatemala, Salvador, Nicaragua, entre otras nacionalidades.