Por Programa de Formación de Nuevos Periodistas
Caracas.– Jorge, Rosa e Iván de Jesús reflejan la sensación de urgencia y desesperación que sienten muchos jóvenes venezolanos ante la crisis que atraviesa su país.
Consultados por El Pitazo, señalaron que quedarse en Venezuela y esperar un cambio que puede no llegar a corto ni mediano plazos, o arriesgarlo todo para buscar un futuro mejor en el extranjero, ha sido una difícil decisión, más aún después del 28 de julio. Ese día, Edmundo González enfrentó en las urnas a Nicolás Maduro, en una elección presidencial que el bloque opositor afirma que ganó, según las actas recabadas por los testigos de mesa, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro.
Los tres jóvenes llegaron a la conclusión de que la migración es la única alternativa viable para conseguir mejor calidad de vida ante la incertidumbre política.
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Coincidieron en que, incluso si hay un cambio político, la recuperación económica y social de Venezuela tomará más tiempo del que tienen disponible.
Proyectos de vida
Jorge Pluma, profesor de inglés y community manager en varias redes sociales, emigrará a Argentina a finales de 2025. En sus palabras, decide irse del país porque cree que Venezuela no puede ayudarlo a cumplir su proyecto de vida.
“Siento que todo lo que ha pasado durante estos años ha destruido muchas posibilidades. A mí y a muchas personas. Y si esto llegara a arreglarse, pues realmente tomaría años. Yo no quiero esperar a que esto se arregle para empezar a hacer mi vida", afirma el caraqueño de 34 años.
Rosa Mellini es artista y diseñadora. Tiene 24 años y ha decidido emigrar a España por razones parecidas: considera que es necesario volver a poner en el centro de la sociedad la idea de avanzar hacia un futuro mejor con base en la fraternidad, apertura y sana convivencia, una situación que tomará más tiempo del que ella puede ofrecer.
“Hay muchas cosas negativas que el régimen ha construido, y volver a “codificar" a la sociedad venezolana de una manera más positiva y enfocada al cambio será muy difícil. Eso no pasa de la noche a la mañana y, lamentablemente, no tengo todos los años del mundo para sentarme a esperar por un cambio", puntualizó la joven, oriunda del estado Miranda.
Iván de Jesús, un joven de 23 años, de Guarenas, encarna también la frustración de una generación que ha visto cómo sus sueños se desvanecen.
Con el título de bachiller en mano y un futuro prometedor por delante, se siente atrapado en una Venezuela que le ofrece pocas oportunidades. “Quería estudiar ingeniería, pero no tengo los recursos económicos para pagar una universidad privada", lamentó.
La crisis del país ha impactado de lleno en su vida. Trabajó como colector de autobús, levantándose a las tres de la madrugada para ganar unos pocos dólares, esto lo ha desgastado física y emocionalmente.
El miedo a la represión política se sumó a sus preocupaciones económicas. A pesar de sus deseos de cambio, decidió emigrar a Colombia, donde tiene un tío en quien apoyarse para construir un futuro mejor, dijo.
Esperanzas de un futuro mejor
A pesar de la certeza de que la migración es la única forma de supervivencia, los jóvenes coinciden en mantener la esperanza de un cambio para Venezuela.
“Yo sí creo que, dentro de todo, esto se pueda arreglar. Realmente confío mucho en lo que sea que quieran hacer Edmundo (González) y María Corina (Machado) con sus planes para recuperar la economía de Venezuela. Pero lo que me angustia es el factor tiempo. No quiero que pasen 5, 10, 15 años y que por fin podamos ver algo bueno después de tantos años de no hacerlo", sostiene Pluma.
Aunque Mellini también espera que haya un cambio, su esperanza radica en que se enfoquen en la mejora de la calidad de vida de la población. “La gente merece estar tranquila, vivir sin estas incertidumbre y tensión constantes", expresa.
Iván de Jesús piensa que el cambio esperado por la mayoría de los venezolanos puede ocurrir en algún momento. “Pero, ahorita, no", indicó.
Un regreso condicionado
En cuanto a regresar a Venezuela, no hay un consenso entre los jóvenes consultados. Mellini opina que deben producirse muchos cambios políticos, y especialmente sociales, para “tal vez, en algún momento, volver."
En opinión de Jorge Pluma, hay muchas cosas que deben mejorar, como la estabilidad económica y el avance social en el área del feminismo, el reforzamiento del tejido social y la secularización del Estado. Sin embargo, hizo énfasis en el ámbito policial y de seguridad.
“A mí no me gusta estar en un país en donde yo les tenga mucho más miedo a las personas que se supone juraron velar por nuestra seguridad, que a las personas de las que ellos dicen defendernos", puntualizó el profesor de inglés.
La Plataforma R4V estima que hay un total de 7.891.241 migrantes y refugiados venezolanos en diferentes países del mundo.