Caracas.- La madre venezolana Paola Ovaldo aseguró que la travesía por la selva del Darién representa un camino tortuoso, en el que arriesgó su vida y la de sus dos hijos. Actualmente, se encuentra refugiada en Estados Unidos (EE. UU).
Ovaldo es una madre joven de 22 años que, según explicó a Telemundo, tomó la decisión de emprender un camino de grandes riesgos, para garantizar el bienestar de sus hijos.
«La selva es dura, casi se me mueren mis hijos», aseveró ante las cámaras de la cadena de televisión estadounidense. Sin embargo, dice que su objetivo, al instalarse en EE. UU., es ofrecer un mejor futuro para sus pequeños.
La migrante venezolana aseguró que por poco fue arrastrada por las fuertes corrientes del Río Bravo, ubicado en la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, logró atravesarlo junto a su familia.
El largo trayecto de la madre venezolana
Según relató Ovaldo tras atravesar el Darién y cruzar la frontera de México con EE. UU. tomó un autobús desde Texas con dirección a Washington DC, donde permaneció durante 9 días, hasta obtener un boleto de avión con dirección a Chicago, Illinois.
Tras su llegada a la denominada «ciudad de los vientos», la joven fue recibida en una iglesia local, donde su pastora, Jacobita Cortéz, hizo trámites para garantizar su traslado a otro albergue de la ciudad.
Paola Ovaldo explicó que en Venezuela no podía cubrir las necesidades básicas de sus hijos, por lo que espera un mejor futuro para ellos en la nación del tan ansiado «sueño americano».
Tras una travesía de dos meses, la joven venezolana espera reunirse con su esposo y su hijo mayor, quienes permanecen en Texas.
Texas: ciudad trasbordo
El gobernador de Texas, Gregory Abbott, tomó la decisión de trasladar migrantes irregulares a los estados de Nueva York y Washington DC, en respuesta a la política de fronteras abiertas de la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Para entonces, Abbott manifestó que la decisión de Biden estaba «avasallando» a las comunidades de Texas.
Por lo tanto, añadió que debido a que el presidente continúa sin admitir esta crisis provocada por sus políticas, el estado de Texas se vio en la obligación de tomar dicha acción sin precedentes, a fin de mantener la «seguridad» en sus comunidades.