Caracas.- Visiblemente agotada, una mujer sostiene en su espalda a un niño como si tratara de mantenerlo a salvo, mientras camina y sus piernas se hunden en el espeso barro de la selva del Darién.

La dramática fotografía ha dado la vuelta al mundo. Fue tomada por el fotógrafo de The New York Times, Federico Ríos, quien, junto a la periodista Julie Turkewitz, caminó durante días el intransitable pasaje lleno de peligro.
El nuevo infierno que espera a los venezolanos sobrevivientes del Darién
El año pasado, más de 130.000 personas atravesaron caminando el Darién. Este año, ya han cruzado más de 156.000, la mayoría son venezolanos. Casi todos con el único objetivo de recorrer Centroamérica y finalmente llegar a Estados Unidos (EE. UU.).

«En decenas de entrevistas a lo largo de varios días de caminata en la ruta, quedó claro que se está gestando una crisis humanitaria como no se había visto antes en el Darién, por la desesperación, la atracción perdurable del sueño americano y las publicaciones engañosas en las redes sociales», detalla el fotorreportaje.
El trabajo periodístico de The New York Times en la selva del Darién reseña los testimonios de varios migrantes y cómo enfrentan los miedos al hacer el recorrido. Además, habla sobre las consecuencias que el alto tráfico de personas ha traído al lugar, que hace 10 años era impoluto, como la contaminación de un río por la basura y las pertenencias que los migrantes van dejando a lo largo del camino.

The New York Times también habló con representantes de organismos como la Cruz Roja, quienes han tratado de descifrar qué motiva a los venezolanos a atravesar la jungla aún cuando está en riesgo la vida.
La líder de participación comunitaria y rendición de cuentas de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Panamá, Diana Medina, alertó de que muchos desconocen los peligros que corren y que son persuadidos, en gran medida, por la información que reciben en las redes sociales, sobre otros migrantes que lograron atravesar el Darién con éxito.

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