Acarigua.- Dos productos alimenticios pedían este sábado 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, las personas que con machetes y escardillas esperaban a los deudos que acudieron al Cementerio Municipal de Páez, en Acarigua, estado Portuguesa, a visitar las tumbas de sus familiares y amigos.
«Estos días los aprovechamos para ganarnos algo, pero como ahora no se consigue efectivo, pedimos dos productos y limpiamos el paso para llegar a la tumba de su familiar y los alrededores también, porque todo está muy enmontado y nadie puede meterse hasta allá», dijo Luis Mújica, un obrero que esperaba a la entrada del lugar.
Gran parte del camposanto se encuentra con la maleza tan alta como los árboles, impidiendo a muchos familiares colocar flores y encender velones en el lugar donde reposan los restos de sus seres queridos. La maleza alcanza más los dos metros de altura, arropando a centenares de tumbas y panteones.

Sin poder hacer nada, muchos de los familiares tuvieron que marcharse al no encontrar cómo atravesar el monte para ponerse a buscar las tumbas.
A Herminia Barazarte, una abuela de más de 90 años, la acompañó su hija, y ambas se retiraron sin poder llegar a su destino. «Traje a mamá porque tiene esa costumbre de visitar a sus padres, pero no pudimos encontrarlos. Sabemos dónde están, pero el monte no nos dejó pasar».
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Otros, que se imaginaban o conocían del grado de abandono del cementerio, acudieron preparados para ellos mismos deshacerse del monte y limpiar un poco los alrededores de ese lugar sagrado donde reposan sus familiares.
«Antes veníamos todos los domingos y pasábamos un rato aquí, pero las condiciones en que se encuentra el cementerio y la delincuencia nos obligaron a asistir solo en fechas especiales, en las que sabemos que habrá otras personas», dijo Yolanda Cedeño.
No solo el monte espanta a quienes se acercan al cementerio: las tumbas profanadas y el peligro de caminar y caer dentro de una fosa ponen a dudar a cualquiera si es buena idea continuar recorriendo el lugar.

Luis Mújica aprovechó el día para cambiar su trabajo por productos alimenticios | Foto: Mariangel Moro Colmenárez
Las lápidas han sido abiertas por intrusos y también por árboles que se han caído y han acabado con parte de la losa y las imágenes que cubren los ataúdes.
Visitantes como Johnny Mendoza afirman que desde hace unos seis años la Alcaldía del Municipio Páez no envía cuadrillas para el mantenimiento y desmalezamiento del cementerio.

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