
Valera.- Trabajadores del sector salud, en el estado Trujillo, denunciaron este martes 21 de abril, una discriminación en el pago de bonos de productividad durante el período de cuarentena social de parte de la Fundación Trujillana de la Salud (Fundasalud).
Los empleados del Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo (Hupec), del municipio Valera, manifestaron que la institución solo cancela a unos pocos este pago especial, equivalente a un millón de bolívares para obreros y empleados; y cinco millones de bolívares para jefes o cargos de libre remoción.
“Solo amigos y allegados de Fundasalud cobran estos bonos«, dijo el trabajador, quien pidió no revelar su identidad por temor a represalias administrativas. Aseguró que su salario no es suficiente para mantenerse y ese pago sería un apoyo para cubrir sus gastos de alimentación familiar. Además, sería un modo de ayudar al personal que se encuentra más expuesto al contagio del COVID-19.
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Un pago suspendido
De acuerdo al Sindicato Único de Trabajadores de la Salud, este pago era cancelado a todos por igual, pero a principios de 2020 fue suspendido. Una medida que les pareció injusta y decidieron solicitar el beneficio de manera permanente y amparada en la normativa laboral.
“Está suspendido hasta nuevo aviso porque los sindicados del país lo solicitaron como un bono asistencial, con carácter legal en la normativa laboral", explicó un miembro del sindicato trujillano quien añadió que esperan sea cancelado a finales del mes de abril.
En ese sentido, los trabajadores de éste y otros centros de salud, como el Hospital Dr. José Gregorio Hernández de Trujillo; y Hospital María Aracelis Álvarez, de Rafael Rangel; esperan que las autoridades regionales cumplan, pues llevan tres meses sin percibir este ingreso extra.
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Deficiencias en el hospital centinela
En el Hospital de Valera, también decretado como centinela durante la pandemia, el personal entrevistado señaló la existencia de deficiencias en la iluminación de ciertas áreas y en la limpieza de las habitaciones.
“Hay pasillos sin electricidad, cuartos sucios, camas sin colchones y manchadas de sangre», describió el trabajador del Hupec.
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