Táchira.- Durante el miércoles 24 de febrero, mientras la enfermera Lucelia Vivas denunció que al estar en la jornada para recibir la primera dosis de la vacuna Sputnik V, la batería de su vehículo fue sustraída mientras estaba estacionado en las inmediaciones del Hospital Oncológico, dónde se ponen las inmunizaciones.
Entre lágrimas lamentó que desconocidos hurtaran la batería, pues no con su sueldo como enfermera no puede comprar una nueva.
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“Soy personal del Seguro Social, estaba en la jornada del Oncológico y salgo para irme con una compañera para mi casa y me consigo con que me robaron la batería de mi carro. No tengo cómo solucionar ni cómo comprar una batería. ¿Cómo resuelvo yo? Yo tengo un niño de 8 años y no tengo ahora cómo movilizarlo. Yo ni tengo familiares aquí cerca ni nada", explicó Vivas.

La enfermera estacionó su vehículo frente al Hospital Oncológico del municipio San Cristóbal porque al llegar no le fue permitido ingresarlo al estacionamiento, por lo que debió dejarlo en la vía pública sin imaginar que en un espacio tomado por funcionarios militares y de seguridad, pudiese pasarle eso.
El carro es su medio de transporte para ir a trabajar al Hospital del Seguro Social, de hecho, al salir de su guardia fue directamente a vacunarse. Para reponer la batería hurtada deberá pedir dinero prestado.
“Nosotros no ganamos para esto, no ganamos 60 dólares, de dónde, si no nos alcanza la quincena ni siquiera para comprarle un par de zapatos a nuestros hijos. Esto da tristeza, da lástima estar en el sector salud. El sector salud está arruinado por completo. El hospital está en ruinas completamente", dijo.