
Rufo Chacón, joven que perdió la vista luego de que funcionarios de Politáchira descargaran 52 perdigones en su rostro, en medio de una protesta en San Cristóbal en la que exigía gas doméstico, el pasado 1 de julio, confiesa, en una entrevista exclusiva al medio colombiano NTN24, que su proceso de adaptación no ha sido fácil.
“Esto no ha sido fácil, como hay días verdes también hay días grises. A veces caigo, me levanto, es que es muy fuerte tener que ver oscuridad todos los días, a veces no puedo ni dormir", dijo Chacón a NTN24.
Chacón, quien mediante apoyo recibió prótesis oculares el pasado mes de noviembre -pero que aún no ha recuperado la vista-, aseguró en la entrevista con el medio colombiano que debe ser fuerte para aceptar su nueva realidad.
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“Me voy adaptando a mi nueva realidad, debo aceptarla, tengo que ser duro. Quiero vivir y cumplir todas las metas que tengo trazadas", dijo Rufo a NTN24.
El joven tachirense ahora ayuda a su madre, Adriana Parada, en un kiosco en el que venden víveres, dulces y cigarros, y que es una fuente de ingresos con la que ahora cuentan gracias a donaciones que les permitieron acondicionar el establecimiento comercial. Mientras tanto, Chacón aprende poco a poco, mediante el tacto y con la ayuda de su madre, la diferencia de valor entre los billetes de pesos colombianos que reciben tras las ventas.
Rufo detalló que entre sus metas está convertirse en cantautor. También se siente atraído por la filosofía y la poesía.
«Quisiera componer música para mi país, con aportes que ayuden a la sociedad», dijo Chacón.
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En la entrevista, Parada pidió que no se olvide lo sucedido a su hijo. «Pido que no se olvide lo de mi hijo, porque lo de mi hijo sigue vivo. Mi hijo todavía tiene sus 52 perdigones en el rostro», señaló.
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