San Cristóbal.- Los año viejo son distintas figuras que hacen las familias para quemarlas a medianoche, como una representación de lo que esperan que se lleve el año que se va. En este 2020 la mayoría de las personas hizo distintas formas que representan al COVID-19.
Estos grandes muñecos son rellenados con pólvora y papel, y la tradición es que a las 12:00 am sean quemados en medio de los saludos por el año nuevo. En Táchira, además de hacerlos llamativos, también los grandes tamaños de las figuras hacen que la creatividad de las familias se vea reflejada.
En San Cristóbal, la familia Rojas hizo un gran año viejo del coronavirus y está expuesto en el frente de la calle; a medianoche lo quemarán con la esperanza de que en el 2021 el virus desaparezca no solo de Venezuela sino del mundo.
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En el sector Pirineos Norte crearon la figura de una persona con la cabeza en forma de lo que consideran el coronavirus y le pusieron un cartel que refleja el deseo de la comunidad: «El 31 a medianoche voy a desaparecer».
De igual manera en El Palotal, municipio Bolívar, zona fronteriza, también se observó una figura de año viejo verde, emulando al coronavirus, con una inyección y un antibacterial al lado, un producto que ha acompañado a miles de personas durante la cuarentena.

Diversas figuras también fueron creadas en otros sectores, como en San José de Bolívar, zona norte del Táchira, donde María Pulido hizo al famoso cantante de reggaetón, Bad Bunny, y lo calificó como «virus del idioma».

Pulido indicó que la tradición del año viejo se introdujo en la montaña tachirense por influencia vasca, en los años 30 del siglo XX. «La familia Pulido Zambrano sigue con este legado año tras año. En 2020, el personaje elegido fue Bad Bunny, por ser el virus del idioma y de las buenas costumbres. Los niños de la cuadra se disfrazan para acompañar el muñeco elaborado con ropa vieja y relleno de conchas de guineo», indicó Pulido.
