Caracas.– El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo este viernes al asegurar que no existe «ninguna conversación» con el gobierno venezolano sobre la posibilidad de restablecer las relaciones diplomáticas. Esta declaración se produce apenas una semana después de que se reanudaran los vuelos comerciales entre ambos países, suspendidos por diez meses debido a la tensión generada por el rechazo panameño a los resultados de las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela.
«No hay ninguna conversación sobre el tema diplomático, ninguna», afirmó Mulino durante su comparecencia de prensa semanal, al ser consultado sobre una posible reanudación de las relaciones consulares con Venezuela en los próximos días.
Prioridad al comercio y la repatriación
Mulino calificó el asunto diplomático como «delicado, pero importante también». Sin embargo, explicó que la reanudación de los vuelos no implica un cambio en su postura diplomática hacia Caracas. «Hemos apoyado el retorno a la democracia en Venezuela en todas las facetas y escenarios internacionales posibles», sostuvo el mandatario panameño.
No obstante, Mulino justificó la reactivación de las conexiones aéreas por el «daño que se estaba causando al comercio internacional de la zona libre, a nuestra aerolínea nacional y a la repatriación en el tránsito norte-sur de ciudadanos venezolanos». Esta situación, añadió, suponía «un perjuicio al interés de la empresa privada panameña, de la aerolínea panameña y del comercio internacional entre Venezuela y Panamá, que es muy, por lo menos era muy grande».
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Los vuelos entre Panamá y Caracas se retomaron el pasado 27 de mayo, operados tanto por la aerolínea venezolana Estelar como por la panameña Copa. Las conexiones aéreas habían sido suspendidas el 31 de julio del año pasado, una medida que también afectó a República Dominicana, países que son puntos clave para las conexiones de pasajeros desde y hacia Venezuela.
Tensión diplomática por las elecciones de 2024
La decisión de suspender los vuelos en 2024 fue tomada por el gobierno de Nicolás Maduro, luego de que el entonces presidente panameño, José Raúl Mulino, pusiera en suspenso las relaciones diplomáticas tras la proclamación de Maduro como presidente reelecto. Los comicios fueron calificados de «fraudulentos» por la falta de presentación de las actas que los sustentaran por parte del ente electoral venezolano.
En su momento, los gobiernos de Panamá y República Dominicana, junto a los de Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Perú, manifestaron su profunda preocupación por el desarrollo de esas presidenciales y exigieron una revisión completa de los resultados que dieron la victoria a Maduro.
Con información de EFE.