La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el aumento de casos de COVID-19 a nivel mundial causados por una nueva variante, denominada NB.1.8.1, que puso bajo vigilancia aunque por el momento el riesgo para la salud pública se considera «bajo».
La nueva cepa, Identificada por primera vez el 22 de enero de 2025, es una subvariante de ómicron y ya fue detectada en al menos 22 países, incluyendo destinos turísticos como Egipto, Tailandia y las Maldivas, según confirmó el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus (TAG-VE) en su informe del 23 de mayo.
Hasta el 18 de mayo, se habían registrado 518 secuencias genómicas de esta variante, lo que representa el 10,7 % del total mundial de muestras analizadas durante la semana epidemiológica 17 (21 al 27 de abril), según reseñó la agencia Europa Press.
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La OMS subrayó que el riesgo para la salud pública global es “bajo" y que espera que las vacunas disponibles ofrezcan protección eficaz contra esta nueva variante.
Las autoridades recomiendan mantener la vigilancia epidemiológica y promover la vacunación, especialmente en contextos de alta movilidad o con sistemas de salud más frágiles.
El organismo internacional afirmó que continúa evaluando de forma periódica el impacto de las distintas variantes del virus en el rendimiento de las vacunas, junto a su Grupo Técnico Asesor sobre la Composición de las Vacunas contra la Covid-19.