El presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, ordenó una pausa temporal en las redadas masivas contra migrantes en el sector de agricultura, restaurantes y hoteles, según fuentes oficiales. Esta decisión se produce tras la intensificación de las operaciones migratorias en diversas ciudades del país, que han generado preocupación en comunidades inmigrantes y sectores económicos clave.
La pausa en las redadas se implementó para permitir un período de reflexión y análisis sobre las políticas migratorias actuales. Durante este tiempo, se espera que las autoridades federales y locales trabajen en conjunto para evaluar el impacto de las operaciones realizadas hasta la fecha y considerar posibles ajustes en las estrategias de aplicación de la ley.
“A partir de hoy, por favor, suspendan todas las investigaciones y operaciones de control de calidad en lugares de trabajo relacionados con la agricultura (incluyendo acuicultura y plantas empacadoras de carne), restaurantes y hoteles", declaró Tatum King, alto funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en una guía para los líderes regionales del departamento, según un correo al que tuvo acceso The New York Times y que replicó la agencia EFE.
La medida llega en un momento en que diversos sectores, incluyendo organizaciones de derechos humanos y líderes comunitarios, han expresado su preocupación por los efectos de las redadas en las comunidades inmigrantes. Se han reportado casos de temor generalizado entre los migrantes, quienes han reducido su participación en actividades cotidianas como asistir al trabajo, llevar a sus hijos a la escuela o acudir a servicios médicos. Este clima de incertidumbre afecta también a negocios locales que dependen de la mano de obra inmigrante.
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El Gobierno federal indicó que la pausa en las redadas no implica un cambio en la política migratoria general, sino una oportunidad para revisar y ajustar las tácticas empleadas en las operaciones recientes. Se espera que, al finalizar este período, se reanuden las acciones de aplicación de la ley, posiblemente con modificaciones basadas en los resultados del análisis en curso.
La comunidad internacional y diversas organizaciones continúan monitoreando la situación, esperando que las autoridades estadounidenses consideren los derechos humanos y el bienestar de los migrantes en sus futuras políticas y acciones.