Caracas.– La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró un toque de queda de emergencia en el centro de la ciudad, desde las 8:00 pm hasta las 6:00 am, en un intento por contener cinco días consecutivos de disturbios y vandalismo. La medida se impone en medio de crecientes protestas contra las redadas masivas de migrantes impulsadas por la administración de Donald Trump, quien ha desplegado miles de efectivos de la Guardia Nacional y, más recientemente, un batallón de 700 marines en la zona.
La decisión de imponer el toque de queda no fue precipitada, según la alcaldesa Bass. «El toque de queda ha sido considerado durante varios días, pero claramente, después de la violencia que tuvo lugar anoche, 23 negocios saqueados, y ya solo ante la naturaleza extensa y generalizada del vandalismo, llegamos a un punto de inflexión y declaramos el estado de emergencia y pedimos el toque de queda», explicó Bass en una rueda de prensa.
Aumento de Detenciones y Advertencias Policiales
El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, detalló que el toque de queda exime únicamente a los residentes del área designada, personas en situación de calle, personal de medios acreditados y trabajadores de seguridad pública y servicios de emergencia.
EE. UU. reanuda procesamiento de parole humanitario para venezolanos por orden judicial
McDonnell también informó sobre un alarmante aumento en las detenciones. Solo el martes, 67 personas fueron arrestadas por bloquear la Autopista 101, sumando un total de 197 arrestos en esa jornada. Estas cifras se suman a las 114 detenciones del lunes, 40 el domingo y 27 el sábado, evidenciando una «preocupante escalada y un comportamiento ilegal y peligroso».
«Permítanme dejar claro que este comportamiento, bloqueando autopistas, calles de la ciudad y rampas, negándose a cumplir con las órdenes legales de dispersión e interfiriendo con las operaciones de seguridad pública, es peligroso, ilegal y no será tolerado», enfatizó McDonnell, refiriéndose a los disturbios que han acompañado las manifestaciones.
Guerra Política Desatada: California Contra Washington
La tensión en las calles de Los Ángeles, desencadenada desde el pasado viernes por las redadas migratorias del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), ha sido exacerbada por la respuesta de la Casa Blanca. La administración Trump ha optado por el despliegue de miles de soldados de la Guardia Nacional, una medida que las autoridades locales no solicitaron.
Esta acción ha desatado una guerra política abierta entre Washington y el gobernador de California, Gavin Newsom. Newsom, un demócrata, ha acusado directamente a Trump de «inflamar una situación potencialmente explosiva» que ha llevado a la imposición del toque de queda.
El gobernador californiano ha criticado duramente el despliegue militar, considerándolo un «descarado abuso de poder» y un atentado contra la democracia. «Esto no es solo acerca de las protestas aquí en Los Ángeles. La historia claramente no terminará aquí. Otros estados son los siguientes. La democracia es la siguiente. La democracia está siendo asaltada ante nuestros ojos», declaró Newsom en un discurso difundido en redes sociales.
Newsom también denunció el uso de «gases lacrimógenos, granadas de estruendo, balas de goma. También a agentes federales deteniendo a personas y socavando sus derechos al debido proceso». Rechazó que «nuestras propias fuerzas armadas militaricen nuestras calles, ni en Los Ángeles, ni en California, ni en ningún sitio».
Por su parte, el presidente Trump ha justificado sus políticas y el despliegue militar argumentando que «Los Ángeles ha pasado de ser una de las ciudades más limpias, seguras y hermosas del mundo a ser un basurero con barrios enteros bajo el control de bandas transnacionales y redes criminales. Es horrible lo que ha sucedido tan rápido».