Guarenas.- Más de 100 trabajadores de la Panificadora Crustissimo, perteneciente a la Corporación JSL, en Guarenas, estado Miranda, protagonizaron este lunes, 21 de septiembre, una protesta pacífica para denunciar atropellos, desmejoras y despidos injustificados por parte del patrono, a pesar de la pandemia y del decreto de inamovilidad laboral vigente.
En nombre de sus compañeros de trabajo, Yorman Ojeda, declaró a El Pitazo que la empresa les ha informado que los despidos obedecen a la recesión económica generada por la pandemia del COVID-19.
«Esta es una empresa de alimentos, por lo tanto nunca ha parado su producción. Por el contrario, hemos incrementado la productividad, por lo que consideramos que esos despidos se han realizado dejando de lado lo establecido en las leyes y representan un atropello laboral no solo hacia los trabajadores, sino también hacia sus familias», explicó Ojeda.

El vocero de los operarios responsabilizó a la propia empresa por la «paralización» que iniciaron con las protestas, para exigir sus reivindicaciones laborales y sociales.
«No quieren discutir el contrato colectivo, nos ponen a limpiar baños y áreas comunes a nosotros mismos y con el mismo uniforme con el que hacemos los panes. Somos más de 100 trabajadores que estamos siendo afectados por las decisiones arbitrarias y unilaterales por parte del patrono», indicó.
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Llamado al Ministerio del Trabajo
Durante la protesta laboral en las puertas de la empresa ubicada en la Zona Industrial Santa Cruz (Los Naranjos), los trabajadores hicieron un llamado al Ministerio para el Trabajo, con el objetivo de visibilizar las irregularidades denunciadas y obtener respuestas.
«Tenemos un inspector del Trabajo que solo atiende a los intereses de la empresa. Nosotros hemos llamado, hemos denunciado, entregamos cartas, solicitamos reuniones y no se nos ha atendido. Más bien lo hemos visto aquí reunido con la gente de recursos humanos porque a ellos sí los atiende», aseguró el empleado Yorman Ojeda.
De acuerdo con lo denunciado, unos 12 trabajadores han sido despedidos en los últimos seis meses, el más reciente se registró el fin de semana del 19 y 20 de septiembre.
«Queremos que todos estos atropellos se sepan, que se conozca la situación de lo que ocurre en esta empresa y que quede constancia de que nuestras familias -que dependen de nosotros- también se han visto perjudicadas por las desmejoras laborables», concluyó.