Caracas.- La tradicional bajada de los Palmeros de Chacao se celebró el Sábado de Pasión. La manifestación cultural más importante del municipio del este caraqueño, en la que participan niños, jóvenes, adultos y residentes de todos los sectores de la ciudad capital, marca el inicio de la Semana Santa en la víspera del Domingo de Ramos.
La bajada del Parque Nacional Waraira Repano (El Ávila) por parte de la cofradía de los Palmeros de Chacao es también garantía de que la palma bendita llegará a los hogares de los caraqueños creyentes, fieles y devotos católicos, que el Domingo de Ramos acudirán a buscarlas en los diversos templos religiosos en todas las parroquias caraqueñas y del país.

El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Caracas, participó en la bajada de los Palmeros de Chacao, celebración de la que destacó su particularidad, por su antigüedad de más de dos siglos como manifestación cultural.
«Este Sábado de Pasión, en el que de alguna forma se inicia la Semana Mayor, y que sigue al Viernes de Concilio, nos encontramos en esta tradición de los Palmeros de Chacao, única y que tiene un profundo significado humano, espiritual, ecológico, y de compartir, es expresión de la fe durante más de dos siglos«, resaltó el arzobispo antes de bendecir la bajada de los palmeros.

El cardenal Porras estuvo acompañado por el alcalde del municipio Chacao, Gustavo Duque, quien destacó que la tradicional bajada de los palmeros es un espacio común para el reencuentro.
«Iniciando la Semana Santa con esta bella tradición, reunidos en paz, en este espacio común, que nos hace reencontrarnos con lo mejor de nosotros: con la fe, con Dios. Los invitamos a vivir la Semana Santa en Chacao, con las actividades que tenemos previstas, en armonía y unión», añadió Duque.


Un compromiso
La tradicional bajada de los Palmeros de Chacao se retomó en 2022, luego de dos años suspendida por las restricciones del COVID-19. En 2022, se le rindió homenaje al palmero mayor, Ramón Delgado, quien falleció por coronavirus.

Víctor Pérez, uno de los palmeros residente de La Castellana, de 61 años, resaltó el sábado el compromiso que significa la labor de los palmeros, cofradía de la que es parte desde hace 40 años.
«De esta tradición vienen mis abuelos, mis tíos. Esto es un compromiso y nosotros somos responsables de mantenerlo vivo; es nuestra contribución a la Iglesia y también demuestra nuestros valores: respeto y unión en un legado», explicó Pérez.

La bajada de los Palmeros de Chacao se desarrolla como una procesión, con música, baile y cantos, en un recorrido por los principales sectores del municipio, hasta llegar a la iglesia San José, ubicada en la plaza Bolívar de Chacao, donde entregan las palmas para que sean bendecidas y distribuidas el Domingo de Ramos.

247 años de historia
Los Palmeros de Chacao subieron a la montaña tres días antes del sábado, luego de recibir la bendición en una misa, para emprender la recolección de las palmas, las cuales podan en El Ávila en los lugares determinados para ese fin, mientras hacen paradas en el camino como si se tratara de un viacrucis; reparan senderos y plantan árboles.
La subida al Parque Nacional Waraira Repano, campamento y bajada de los Palmeros de Chacao el Sábado de Pasión, cumple 247 años en 2023.

De acuerdo con la historia que reseñan instituciones vinculadas con la manifestación cultural, como el Instituto Nacional de Parques (Inparques), en 1776 una epidemia azotó a Venezuela, por lo que el padre José Antonio Mohedano, párroco de la iglesia de San José, rezaba para que la peste se alejara de los habitantes del sector de Chacao.
Mohedano solicitó que enviaran peones para que subieran a la montaña y bajaran palmas reales para el Domingo de Ramos. Los elegidos hicieron lo solicitado y emprendieron el recorrido entre oraciones y plegarias por el fin de la enfermedad.
En el Domingo de Ramos, de acuerdo con la tradición, todos los enfermos sanaron. Así comenzó una manifestación que perdura entre generaciones de Palmeros en Chacao, quienes además de preservar el sentido religioso tradicional, también ejecutan labores educativas, culturales y ecológicas con el objetivo de conservar el ecosistema montañoso de la ciudad capital.

La bajada de los Palmeros de Chacao, tradición que conforma la manifestación nacional en torno a la bendición de la palma, es también una celebración que fue designada en 2019 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

