
Caracas.- Cuando el equipo de El Pitazo en la Calle reportó las necesidades de La Gran Parada, comunidad de la parroquia Caricuao, conoció esta bonita experiencia que no podía quedarse en el anonimato, ya que es digna de replicarse: una escuela de fútbol que, a pesar de enfrentar muchas necesidades, sigue formando a 85 niños con la ayuda de sus madres y representantes.
Héctor «Tico» Pérez, jugador del Deportivo Aragua, siempre soñó con tener una escuela de fútbol para enseñar a las niñas y niños de La Gran Parada, comunidad en donde nació y vivió su infancia y juventud. Mario Ortega, su hermano, junto a su madre, Elizabeth Ramírez, se encarga de entrenar y formar a estos futuros futbolistas. Gracias al intercambio de vidrio y plástico con una compañía de reciclaje, están consiguiendo parte de los uniformes para estos muchachos, quienes cada vez que Tico los visita en el polideportivo, se quedan asombrados y admirados.
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«Las necesidades no nos han detenido en la formación deportiva de estos niños, ahorita en el polideportivo lo que nos urge es la instalación de bebederos y baños. Gracias a Dios que poco a poco se están animando las madres y representantes y nos están colaborando con el reciclaje», comentó Ramírez.
María Isabel Díaz, madre de un jugador de esta escuela, comentó emocionada que gracias a estos días de prácticas, su hijo se siente mejor en la escuela y en la casa, » tanto, que sueña ser un jugador reconocido como el fundador de esta escuela, me dice que va ser el capitán de La Vinotinto, y sólo tiene 8 años».

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