Por Redacción El Pitazo
La Universidad Simón Bolívar (USB), cuya misión educativa está enfocada principalmente en investigación y tecnología, sufre la falta de docentes de matemáticas en las carreras científicas. El 4 de diciembre, la Asociación de Profesores (Apusb) denunció que este hecho menoscaba los propósitos de creación de la casa de estudios.
“Esto es gravísimo porque afecta hasta nuestra filosofía, a la creación de esta universidad", declaró el presidente del gremio, William Anseume, en una entrevista telefónica con El Pitazo.
El 29 de noviembre, a través de un video publicado en redes sociales, el secretario de Asuntos Académicos de la Apusb, Omar Pérez Avendaño, alzó la voz para dar a conocer la situación. “Hay una nueva e insólita crisis académica: no tenemos profesores para dar la materia Matemática I, la más básica de la universidad", reveló.
Pedir ayuda
La noticia sobre la ausencia de profesores fue notificada a la asociación a finales de noviembre. “Recibimos un correo del jefe del Departamento de Matemáticas, citando a los demás colegas de otras materias, y carreras, que quisieran dar clases de matemáticas", explicó Anseume.
Entre las causas de la escasez de docentes, señaló que la precariedad de los salarios, las condiciones laborales y la lejanía de las sedes de la USB no motivan a ningún candidato que quiera postularse y desmotivan a quienes ya trabajan.
“Las autoridades se han puesto entre ceja y ceja que debe haber una presencialidad absoluta en la universidad, pero todas las condiciones operan en contra de eso", señaló sobre la incapacidad que tienen los docentes para llegar a su lugar de trabajo.
La falta de gasoil para poner en funcionamiento los autobuses de la universidad, cuyo mantenimiento tampoco es el mejor, limita el transporte de los docentes. Incluso, solo queda una ruta, que traslada a los pasajeros desde la parroquia Coche, en el municipio Libertador, hasta la sede principal en Sartenejas, municipio Baruta.
¿Cómo proteger a los niños de los retos virales y el uso del celular?
Para aquellos docentes que tengan un vehículo propio u opten por el transporte público, el salario es insuficiente para cubrir los gastos. Un profesor que está en el máximo escalafón de la universidad recibe una quincena de 15 dólares aproximadamente, «algo absurdo", según Anseume, porque no permite abarcar las necesidades básicas que tiene una persona.
Desde el 1 de diciembre, el pasaje urbano aumentó y fue fijado entre 16 y 18 bolívares. Por lo tanto, para quienes deban hacer más de 2 viajes de ida para llegar a su destino, es otro gasto que pesa en el bolsillo del docente.
Espacios arrebatados
Otra de las situaciones denunciadas por Anseume fue la próxima toma de un conjunto de espacios otorgados por la universidad al Instituto de Previsiones del Profesorado (IPP). La Apusb interpuso una demanda en tribunales por esta situación, pero igualmente las autoridades procederán.
A través de un correo que recibió este miércoles, el Vicerrectorado Administrativo le informó que el 5 de diciembre se realizará el ingreso al espacio denominado Comedor del Laboratorio, para hacer el inventario de los bienes que allí se encuentren.
El 30 de octubre de 2023, la Apusb había denunciado que, tras rescindir el contrato de comodato de la Casa del Profesor, el rector interino, Jorge Stephany, dejó sin efecto el comodato de los espacios otorgados por la universidad al instituto.
Anseume comentó que el despojo de espacios “es una medida de retaliación" contra los profesores, ya que quienes lo hacen “están en contra de la comunidad universitaria" y no atienden las necesidades de la USB, sino de quienes los designaron autoridades.
Las zonas que fueron tomadas estaban destinadas a reunir recursos para el IPP. Había una óptica para atender al profesorado, locales de comida, entre otros.
“Visto que aquí no llega nadie, hay una merma allí. No se puede sostener una pizzería porque no hay clientes para eso", comentó al hacer referencia a los espacios que pertenecían al IPP y la ausencia de docentes en la universidad.
Sin respuesta
Los profesores de la USB tienen un descuento de su salario que está destinado a la caja de ahorros de la Apusb. Esos aportes derivados del pago de los docentes están retenidos y, desde hace cuatro años, no ingresan al gremio.
Por medio de una carta, la asociación reclamó la situación de la retención del dinero al ministro de Educación Universitaria, Ricardo Sánchez, pero este no la ha respondido tras dos semanas de haberla recibido. | Foto: William Anseume
“La última vez que hablamos fue antes de que tomaran la Casa del Profesor. Ahora, con la toma del IPP ni siquiera se han comunicado con nosotros", recordó el presidente de la Apusb, quien consideró que esto busca vulnerar por todos los medios a las asociaciones, la libertad de la asociación y cualquier posibilidad de pensamiento crítico.
Hasta la actualidad, ni el ministro ni las autoridades designadas por el oficialismo han mostrado disposición para dialogar y llegar a un acuerdo. Incluso, según Anseume, cuando le fue arrebatada la Casa del Profesor a la Apusb, el rector dijo que “no quería llegar a ningún acuerdo porque era algo ya decidido".
Sensación de penumbra
Un profesor de la USB, quien prefirió reservar su identidad, afirmó que una de las razones por las que la universidad está “inmersa en una situación tan grave" es porque no se han realizado elecciones para votar por las autoridades.
Además, así como Anseume, dijo que, por parte del Rectorado, no hay una comunicación abierta con los docentes para resolver los conflictos. “Es un ataque a lo que es el profesorado. Desde un punto de vista gerencial, la gente debe tener muchas competencias para la resolución de problemas", opinó sobre el caso de la Casa del Profesor y los espacios del IPP.
La motivación principal del docente, que imparte clases en una de las ingenierías que ofrece la USB, es su familia y la posibilidad de su próxima jubilación. En su departamento hay apenas un cuarto del total de profesores que debería haber. “A muchos nos aprieta, pero aquí estamos todavía", comentó.
Cuando ingresa a un salón de clases, la mayoría de las veces lo invade una sensación “mala", de penumbra. Al tener más de quince años en la universidad, ha visto cómo han empeorado la calidad y el rendimiento de los alumnos.
“La base de matemática, física y química de los estudiantes que están ingresando es muy mala. El problema no es solo el ingreso, sino también la gente que está «raspando». Eso ha hecho que la población estudiantil esté rezagada", afirmó.
El relevo generacional de este profesor ya no está. Eran jóvenes de 25 y 26 años que, tras haberse graduado, le habían asegurado su dedicación exclusiva a la universidad. “Renunciaron por impagos", recordó.
Pese a las adversidades, él sigue dictando clases de forma presencial o virtual. Con más de cincuenta años de labor, dijo que aún puede trabajar hasta después de los setenta porque tiene la energía y los conocimientos para hacerlo, pero cada vez es más difícil por la situación que afecta a todas las universidades públicas.