Dentro del marco de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y la designación de Marco Rubio como secretario de Estado, la especialista en políticas públicas para Latinoamérica señaló que las actividades de las empresas petroleras estadounidenses y la seguridad regional serán claves en la política exterior sobre Venezuela. Además, evaluó los posibles escenarios de la administración de Trump con otros países de América Latina
Entrevista por: César Batiz
En contraste con el discurso oficialista, tanto de sus representantes como de analistas que coinciden con voceros del Gobierno venezolano, la politóloga Marcela Prieto-Botero descartó que el cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reúna con Nicolás Maduro para conciliar y pasar la página de lo ocurrido tras las elecciones del 28 de julio.
El capítulo de los comicios no se ha cerrado y, en la opinión de la analista, el recién nominado secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, tendrá un papel clave para presionar al Ejecutivo venezolano. Su hoja de ruta estará marcada por la unión de los intereses económicos de Estados Unidos con la posibilidad de buscar una transición en Venezuela.

Hace una semana y durante una transmisión de Venezolana de Televisión (VTV), Maduro le envió un mensaje a Trump: “Este es un nuevo comienzo para que apostemos al ganar-ganar". Además, le deseó suerte en su gobierno y en el cumplimiento de sus propuestas, pero estas ofertas electorales se distancian de lo que su homólogo venezolano puede ofrecer para aliviar las tensiones.
Aunque el líder republicano ha hecho énfasis en el propósito de eliminar la participación de Estados Unidos en conflictos bélicos, también ha recalcado la abundancia de sus reservas petroleras y el objetivo de ser autosuficiente en materia energética. “Con ese mensaje y la orientación, en términos de energía y petróleo, está diciendo que los conflictos en el tema petrolero los irán mitigando", aseguró Prieto-Botero en una entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.
Otra arista que señaló la politóloga es la prioridad que siempre ha tenido Estados Unidos en su política exterior: velar por los intereses de sus ciudadanos. En este sentido, y al haber una empresa norteamericana como Chevron, se enfocará en generar un escenario donde se restablezca la democracia en Venezuela, haya una reactivación económica y se proceda a una transición que permita convertirlo en un aliado. “Estoy segura que así lo va a orientar Marco Rubio", afirmó.
La posibilidad de una negociación “pragmática" con el Gobierno venezolano fue descartada por la analista, quien subrayó la falta de seguridad jurídica y la ausencia de una estructura eficiente para el desarrollo de la industria petrolera. También, aparte de las variables económicas de las empresas norteamericanas en relación al crudo venezolano, comentó que Rubio tiene claro el problema de seguridad regional causado por la aparición de grupos criminales como el Tren de Aragua.


Yo no la veo (la negociación), menos con Marco Rubio como secretario de Estado
Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International
El próximo 10 de enero Edmundo González Urrutia, presidente electo reconocido por organismos internacionales y cuya victoria está respaldada por las actas electorales, tiene previsto tomar posesión de su cargo en Venezuela, pese a estar exiliado en España. Por su parte, Maduro, reelecto por un Consejo Nacional Electoral (CNE) que anunció dos boletines sin resultados detallados, está convencido de mantenerse en el Ejecutivo. En este caso, la politóloga dijo que Rubio aplicará herramientas de soft power para encaminar una transición.
Si bien la idea de una invasión de las fuerzas militares de Estados Unidos puede rondar en el imaginario de algunas personas, Prieto-Botero la desestimó y aseguró que hay otros mecanismos de coerción a los que recurrirá el nuevo secretario de Estado. La posibilidad de utilizar esos métodos es más factible en la administración de Trump, quien se juramentará el 20 de enero, de lo que hubiera sido en una gestión de Kamala Harris, según la analista.
“Todas las opciones se pondrán sobre la mesa (…). Existen más posibilidades de que haya una atención frente al tema de la transición. Venezuela es un país importante en la región y Rubio entiende a América Latina. Parte de la expectativa que se tenía con su nombramiento es que las otras opciones tenían conocimiento sobre otros lugares del mundo. Esto no quiere decir que él no lo tenga, pero tener a alguien que viene de la región es muy relevante", explicó.
El valor de la legalidad
Veinte años después de que George W. Bush marcara el récord del voto latino en el Partido Republicano (44%), Trump lo superó al incrementar 13 puntos porcentuales su propia marca, en comparación con la elección del 2020 (32%), y alcanzar 45% del respaldo de esta comunidad en las presidenciales del 2024. Aunque una de las propuestas del empresario era un plan de deportación masiva, esto no afectó negativamente en el apoyo de los ciudadanos con raíces hispanas.
Prieto-Botero explicó que la influencia de la comunidad latina en Estados Unidos cada vez es mayor, ya que se ha convertido en el grupo de más rápido crecimiento. Históricamente los latinos se instalaron en estados como California, Florida y Texas, pero han abarcado otras regiones.
Por ejemplo, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, territorios que el Partido Demócrata acostumbra dominar, esta vez prefirieron a Trump. Incluso, según la BBC, los hispanos representaron un 5 % del voto en Pensilvania y la mayoría apoyó al candidato republicano.
La analista apuntó que la comunidad latina no es una unidad, sino que sus integrantes tienen diferentes motivaciones, actividades económicas, historias de vida y procedencias que los diferencian. Todas las variables determinan el comportamiento político, social y económico de ese grupo.


Entender a la comunidad latina como un bloque único es un error
Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International
Una bandera de la campaña electoral de Trump fue el tema migratorio. Incluso, de acuerdo con la empresa de análisis Gallup, entre los republicanos los dos asuntos de mayor relevancia de cara a la jornada electoral eran la economía y la inmigración. La analista dijo que había dos perspectivas en este tema; el grupo que está legal, ya que puede votar y es un grupo relevante en el aspecto electoral; y los actores ilegales, que generan una discusión en contexto electorales.
— Pareciera que los migrantes que son ciudadanos estadounidenses les dan la espalda a los ilegales…
— “Es importante diferenciar dos cosas. Una es el tipo de inmigrante. La gran mayoría de los ilegales que llegan vienen a buscar un mejor futuro, es gente honesta, buena, que viene de países que sufren mucho como el caso venezolano (…). En ese flujo migratorio también está la gente que no es tan buena y muchos cometen crímenes, enfrentan situaciones de reclusión y han sido capturados en territorio norteamericano. Este tipo de población genera un temor, pero claramente que es una minoría que tiene un impacto".
La otra situación que señaló Prieto-Botero es cómo el inmigrante ilegal “toma control" de espacios de trabajo que, se supone, deberían ser ocupados por estadounidenses. “La realidad nos muestra que ese tipo de trabajador suple, en muchos casos, actividades económicas que no quiere el norteamericano", añadió.
Tras reflexionar al respecto, negó que el votante latino le diera la espalda a los inmigrantes ilegales e indicó la existencia de una necesidad explícita de respetar las normas porque, si bien Estados Unidos “es un país de migrantes, también es un país de leyes". El resultado de la elección demostró que la ciudadanía exige que se cumplan las normas y estructuras migratorias para entrar al país a trabajar, que el filtro sea más riguroso.


Los venezolanos son la segunda nacionalidad de emigrantes ilegales que entran por la frontera después de los mexicanos
Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International
Hasta ahora, los actores relevantes que forman parte del círculo de Trump han dicho que, con respecto a la política de deportación, van a priorizar a los inmigrantes ilegales convictos o que han cometido delitos. Por ejemplo, hace una semana Rubio garantizó que el gobierno del líder republicano “expulsará a criminales ilegales violentos como los del Tren de Aragua".
Para cerrar este tema, la analista recordó que hay una diferencia entre las propuestas electorales y la ejecución de una política pública. La deportación masiva de migrantes es costosa y requiere un esfuerzo significativo de las instituciones, por eso consideró que, en una primera etapa, habrá una “gran eficiencia" para deportar a quienes hayan cometido delitos. Luego, opinó, se introducirán medidas para ejecutar un control humano y ventajoso económicamente para Estados Unidos.
— En la narrativa de los demócratas y sobre todo de Harris, ¿qué tanto impacto pudo tener en los votantes latinos al tema del aborto?
— “Las libertades individuales son un tema central en la psique americana. Hay un elemento interesante para entender cómo piensa el americano promedio. Está relacionado al nivel de intervención que se quiere por parte del Estado. La mayoría de los ciudadanos están en contra de la intervención en el fuero íntimo de las personas, sobre todo en temas como el aborto"
Para Prieto-Botero, centrar el discurso en este asunto fue uno de los errores de la campaña demócrata. El aborto, en términos prácticos, está legalizado en Estados Unidos y obedece a la normativa de cada estado. Por lo tanto, el partido se desentendió de las necesidades y los intereses del ciudadano promedio, que estaban más enfocados en el costo de vida, el acceso a la vivienda, el valor de la gasolina y demás aspectos económicos. “Hubo una gran desconexión", sentenció.
Más atención para los vecinos
Junto al nombramiento de Rubio como secretario de Estado, Trump ha designado responsabilidades a nuevos funcionarios. Aparte del voto latino y el impacto que tuvo en la elección, hay representantes como Susan Wiles, su jefa de campaña y ahora líder del gabinete, que cobran mayor relevancia en otros puntos de interés. Con respecto a la postura sobre la mujer y la participación de la misma en cargos claves del Estado, la nominación de Wiles fue importante.
Una de las características transversales en todos los nombramientos, según la analista, es que son figuras de mucha confianza y están en la línea del discurso del republicano. Además, con la designación de Rubio en la esfera más alta de la administración, se descarta la hipótesis de que el Gobierno de Trump sería “aislacionista".


(Trump) sí está escogiendo a la gente más leal hacia él
Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International
La nominación del senador de Florida genera que Latinoamérica adquiera mayor relevancia porque tiene un gran conocimiento de la región y es cercano a la misma por su origen cubano. “América Latina no ha sido prioridad de la política exterior norteamericana, salvo en temas como el narcotráfico y el crimen organizado, en los últimos veinte años", aseguró especialista en políticas públicas.
Ahora con Rubio en esa escala de poder, Prieto-Botero dijo que habrá una política exterior más informada y con una posición determinante frente a gobiernos autoritarios que violan los principios democráticos. Ante este escenario, Venezuela se perfila como un protagonista, pero también Argentina, Brasil, Colombia, México y demás países latinoamericanos.
En relación a Colombia, se ha desentendido de su figura de aliado histórico de Estados Unidos en Sudamérica desde el inicio del gobierno actual. “La comunicación por parte de (Gustavo) Petro ha sido temeraria, agresiva", aseguró la politóloga. Por eso apuntó que la próxima designación del embajador estadounidense será el primer mensaje de cambio político, al igual que cómo será la política antinarcóticos y la postura sobre el proyecto ‘Paz Total’.
Con respecto a México, hay diferencias ideológicas entre Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum. No obstante, según Prieto-Botero, surgen dos temas principales: el comercial y el control migratorio. Uno de los mecanismos que el republicano ha propuesto para recuperar la economía y compensar gastos importantes, como podría significar un plan masivo de deportación, es el cobro de aranceles.
Entre Canadá, Estados Unidos y México hay un Tratado de Libre Comercio, también llamado T-MEC, vigente desde el 1 de julio de 2020. Al tener en cuenta este convenio, que fue propuesto, impulsado y firmado por Trump, la politóloga puntualizó que el presidente electo aplicará una serie de negociaciones para velar por los intereses de su país y transar entre el control migratorio y los temas comerciales.


Es un negociador, se jacta de ello y maneja sus relaciones transaccionalmente. Hace negociaciones transaccionales
Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International
Sobre las diferencias ideológicas, dijo que tanto Sheinbaum como Trump son pragmáticos y entienden que México y Estados Unidos, por ser países limítrofes y por la historia que tienen en común, están destinados a entenderse. A los mexicanos y estadounidenses les toca convivir entre sí, eso marcará la naturaleza de la relación bilateral.
— En Centroamérica, con El Salvador y Nicaragua que son dos extremos, derecha a izquierda, ¿cómo ve la relación?
— “Se debe orientar la ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USA ID por sus siglas en inglés), de crear incentivos para impulsar la infraestructura estratégica en la región, combinado con la política contra China (…). Hay que invitar a las empresas que llevaron sus fábricas a China a volver a Estados Unidos, o buscar un espacio estratégico cercano al país. Puede ser así, crear una serie de incentivos económicos y empresariales que fortalezcan estos países".
Por la región más austral de América se encuentra uno de los gobiernos más afines a Trump, la administración de Javier Milei. La amistad es tan estrecha que, según el portavoz de la Casa Rosada, Manuel Adorni, el republicano le dijo al líder libertario que es su “presidente favorito". Al evaluar la relación, Prieto-Botero destacó un aspecto muy valorado por el estadounidense en sus alianzas: la química.
El vínculo entre Trump y Milei puede hacer que Argentina se constituya como el aliado que buscó Biden a través de Colombia o México para el caso venezolano. “Puede adquirir una relevancia como interlocutor regional", aseguró la analista, quien contrastó la situación con Brasil, cuya presidencia de Lula da Silva ha visto reducido su apoyo y se ha distanciado del Gobierno de Maduro.
“Mientras Lula vaya perdiendo popularidad en su país, tendrá que ajustarse y escuchar las insatisfacciones de su pueblo", precisó la politóloga, quien señaló que el mandatario brasileño ya no es un líder regional. Sin embargo, continuará siendo un actor al que Estados Unidos recurra para dialogar temas de seguridad, ya que el narcotráfico entre Colombia y Venezuela, que luego repercute en Centroamérica, es una de las preocupaciones principales en esta parte del continente.