Israel se anotó este jueves el mayor triunfo en más de un año de guerra en la Franja de Gaza, con la muerte del máximo líder de Hamás y cerebro de los ataques del 7 de octubre, Yahya Sinwar, en una operación militar ayer en el área de Rafah, en el sur del enclave.
Su muerte marca un antes y un después en el curso del conflicto regional: no solo se ha logrado la eliminación del «hombre más buscado» de Israel, sino que el grupo islamista palestino ha quedado descabezado, ya que Sinwar era uno de los escasos supervivientes de la jerarquía de Hamás, tras los asesinatos este verano del jefe del buró político, Ismail Haniye, y del jefe militar, Mohamed Deif.
«Hamás ya no gobernará Gaza. Es el comienzo del día después de Hamás», afirmó triunfal el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pocas horas después de que el Ejército informó que había «matado a tres terroristas de Hamás» y uno de ellos sería Sinwar.
Netanyahu advirtió, no obstante, de que la guerra en la Franja, que acumula más de 42.400 muertos palestinos, todavía no ha terminado «con muchos desafíos por delante»; al tiempo de que envió un mensaje a la región, en concreto a Líbano, donde tropas israelíes continúan una ofensiva terrestre desde el 1 de octubre.