Barquisimeto.– El aumento continuo del dólar en las últimas dos semanas en Venezuela ha llevado a los comerciantes del estado Lara a ajustar sus estrategias de venta, incrementando los precios en bolívares y ofreciendo descuentos para pagos en divisas. Esta práctica es utilizada por emprendedores y empresarios para mantenerse a flote en una economía volátil.
Un ejemplo claro es un laboratorio en el centro de Cabudare, municipio Palavecino, que ha implementado una oferta para las ecografías abdominales: 12 dólares si el pago es en divisas y 15 dólares si es en bolívares. «Es lo que se puede hacer para mantenernos, porque tenemos que respetar la tasa del BCV», comentó el dueño del negocio, aludiendo al salto del dólar de 36,92 a 39,01 bolívares entre el 1 y el 17 de octubre.
Mientras tanto, los trabajadores del sector público, cuyos ingresos son estandarizados en bolívares, enfrentan serias dificultades para adaptarse. Donna Sequera, una docente con 25 años de servicio, recibió la primera parte de sus aguinaldos el 10 de octubre, un total de 901 bolívares, que para ese momento equivalía a 25 dólares. «De paso, nos lo pagarán en cuatro partes. Hubiera sido mejor recibirlo completo; tuve que poner dinero de mi emprendimiento para poder comprar comida», dijo, relatando que apenas pudo adquirir productos básicos como harina, arroz, pollo y caraotas.
La indignación se extiende entre los docentes, como Dalí Álvarez, profesor en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, quien recibió 1108,72 bolívares de aguinaldo, apenas 29 dólares. «Se vuelve sal y agua, porque la mayoría de los comercios están cobrando a dólar promedio y otros suben los precios en bolívares para no tener problemas con sanciones. Estamos cada vez más empobrecidos», sentenció.
En el comercio informal, la situación es más arbitraria. «La tasa es al paralelo», destacó un mototaxista en la avenida Vargas de Barquisimeto. Mientras que en sectores más formales los presupuestos se ajustan diariamente. Joel Segura, presidente de la Cámara de Industriales del estado Lara, señaló: «El golpe no se va a ver ahorita, sino dentro de un mes, cuando los empresarios vayan a comprar mercancía».
En la cotidianidad de los ciudadanos, el aumento del dólar genera incertidumbre y preocupación. Un empleado del Banco Bicentenario, responsable de su sobrina y su madre, comentó con frustración: «Cada vez que sube el dólar, me pregunto: ¿Qué voy a hacer?». Mientras tanto, un empleado de la Alcaldía de Iribarren indicó que ha optado por ajustar sus gastos: «Compro lo que me alcanza, y reduzco en lo que puedo, pero ¿hasta qué punto?».
Los dueños de negocios han recurrido a aumentar los precios en bolívares o generar ofertas atractivas en dólares, pero este panorama afecta a quienes dependen de salarios en moneda nacional. Ante esta realidad, Julio Marín, presidente del Sindicato de Empleados Públicos del estado Lara, expresó con contundencia: «El Gobierno está exterminando a los trabajadores del sector público».