Maracaibo.- 14 niños están en Maracaibo, estado Zulia, con la bandera del país que los adoptó para competir en el Latinoamericano de Beisbol Infantil. Con orgullo portan los símbolos de Chile, aunque por sus venas corre sangre venezolana. Se trata de niños migrantes que en 2018 salieron con sus padres de Venezuela en busca de un mejor futuro.
Los llaman “Chilezuela", porque son el equipo chileno conformado y entrenado por puro talento venezolano. Este equipo de niños migrantes será el encargado de iniciar el torneo al enfrentarse en el juego inaugural a los anfitriones de Venezuela A, de las Pequeñas Ligas de Chile.
El conjunto chileno está integrado por pequeños de 11 y 12 años oriundos de Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo. La mayoría tenía 5 años sin venir a Venezuela y ahora están emocionados.
“Ellos vienen a representar a Chile, pero también dejan en alto el nombre de Venezuela porque son un equipo de puros venezolanos que viven en Chile, por eso nos dicen ‘Chilezuela", dijo Daniel Sira, quien en 2018 migró con su familia a Santiago de Chile y ahora regresó con su hijo Alejandro, catcher de la selección.

“Ellos tienen sentimientos encontrados, pero los niños está hechos como de hierro. Saben que no representan a su país natal, Venezuela, pero vienen a representar a la nación que les dio la oportunidad de estar viviendo, de estar tranquilos", agregó el larense.
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Fabián Boada, Dylan Vargas, Alejandro Sira, Fabián Gallegos, Willger Montesinos, Josué Esteles, Yohander Carballo, Jesús Vera, Mario Pinto, Alex Jiménez, Juan Marimon, José Borrero, Juan Suárez y Antony Alvarado son los integrantes de la selección chilena made in Venezuela.
Promotores del beisbol en Chile
Fabián Gallegos, de 11 años, es uno de esos deportistas. Hace 5 años salió de Guarenas para irse con sus padres a Chile y no había vuelto a Venezuela. “Para nosotros es un orgullo representar a Chile porque es un país que nos abrió las puertas y le agradecemos mucho", dijo el primera y tercera base de la selección.
El sueño de Gallegos es ser grandeliga y en eso trabaja el zuliano Edwin Pernía, mánager del equipo. “Yo quiero que las organizaciones del beisbol mayor miren hacia Chile y sepan que ahí hay mucho potencial", dijo el entrenador, de 45 años.
Pernía llegó en 2018 a Chile huyendo de la crisis económica venezolana. Su intención no fue llevar el beisbol a Santiago de Chile, sino trabajar para su familia. Pero el destino lo puso en el camino de cientos de niños venezolanos y chilenos a quienes les apasiona esta disciplina.
Hoy es el fundador de las pequeñas ligas en Santiago de Chile y fue quien llevó por primera vez este país a una competencia internacional de beisbol.
“Yo comencé en 2018 entrenando a mis hijos de 10, 11 y 12 años en un parque de Santiago. Llegaba con mis pelotas y mis bases y luego los ponía a batear y les enseñaba a agarrar pelota. Después comenzaron a llegar otros niños", contó Pernía mientras entrenaba a la selección, que busca un cupo para llegar al Mundial de Beisbol Infantil en Williamsport, Estados Unidos.
De estadios de fútbol a campos de beisbol
El nombre de Pernía llegó hasta Arica, norte de Chile, donde solo funcionaban las pequeñas ligas. “El directorio me llamó porque supo lo que hacía, y conformamos las pequeñas ligas en la región metropolitana", contó.
De 100 menores y 3 equipos que había en la temporada de 2021 en la capital chilena, ahora hay 800 niños distribuidos en 11 divisas. “La mayoría son venezolanos, pero ya tenemos bastantes chilenos. Los entrenadores somos venezolanos, dominicanos, cubanos y muy pocos chilenos", dijo.
Estos pequeños no entrenan en estadios de beisbol porque en Santiago no los hay. Los únicos tres que había fueron demolidos por el Gobierno para construir instalaciones deportivas de otras disciplinas en el marco de los Juegos Panamericanos, que se celebrarán en octubre.
“Practicamos en estadios de fútbol que adaptamos al beisbol. En Chile hay un estadio de fútbol en cada esquina, como en Venezuela uno de beisbol", lamentó.
–¿Cómo se siente por llegar a su país a representar a otro que no es el suyo?
—Me siento complacido, orgulloso de estar en mi tierra gracias a este deporte. Nos complace estar de nuevo en la tierra de la que salimos para trabajar y darles un mejor futuro a nuestro hijos, aunque sea representando al país que nos abrió las puertas.