Caracas.- En un país donde el éxodo de talentos es una constante, el traumatólogo venezolano Alan Sánchez Soriano se erige como un referente de excelencia médica. Conocido en el ambiente deportivo como el médico de los grandeliga, Sánchez Soriano no solo atiende a figuras del beisbol venezolano como Omar Vizquel y Juan Querecuto, sino también a peloteros activos en las Mayores, como Liván Soto (Orioles) o Silvino Bracho (Diamondbacks).
La experticia científica del doctor Sánchez Soriano, fundador de la Unidad de Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades Músculo Esqueléticas (UNIDITEME), lo ha llevado a ganarse la confianza de atletas de alto rendimiento. Figuras como Israel Pineda, Jesús Valles, Jesús Sucre, Henry Centeno, Ben Holmes, Carlos Rivero, Emerson Martínez, Felipe Rivero, Gabriel Lino, Aldrem Corredor, Wilfredo Tovar, Gabriel Noriega, Harold Castro, Jhon Jairo Romero, Jhoulys Chacín y José Torres, entre otros, han recurrido a su experiencia para recuperar su forma física y volver a competir al más alto nivel.
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Un modelo de atención integral y compromiso con el país
Especialista en fisioterapia y rehabilitación traumatológica, Alan Sánchez Soriano ha forjado su reputación no solo por su sólida preparación académica, sino también por su trato cercano, ético y dedicado a cada paciente. UNIDITEME, el espacio clínico que fundó, combina la evaluación precisa con terapias especializadas para la recuperación funcional de pacientes con lesiones complejas. Desde allí, ha impulsado un modelo de atención integral que prioriza la calidad médica sin descuidar la dimensión humana.
«Siempre he creído que el país se reconstruye también desde la salud. Quedarme en Venezuela y aportar desde la medicina deportiva ha sido una decisión de vida», asegura el especialista.
Dedicación y ética como norte
Más allá de sus logros profesionales, la figura de Sánchez Soriano destaca como un ejemplo de compromiso con el país, ética médica y vocación de servicio. Su labor constante lo convierte en una de esas figuras que honran el ejercicio de la medicina y demuestran que en Venezuela hay profesionales de primer nivel, formados para sanar, acompañar y transformar vidas.
«Gracias al Dr. Sánchez volví a entrenar sin dolor y pude regresar al terreno con confianza. Su enfoque va más allá de la terapia: es humano y directo», afirma el beisbolista profesional Jesús Sucre, testimonio de la calidad humana y profesional que distingue a Alan Sánchez Soriano.