
Caracas.- ¿Qué tiene en común una miss de Quito, un arquitecto salvadoreño, un agente de la Guardia Civil Española que se ha batido contra ETA, un psicoanalista argentino, escritor de novelas del Holocausto y una escritora de telenovelas venezolana exiliada en España?
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Que todos en algún momento decidieron empuñar la pluma, teclear la máquina o usar la computadora, no para conseguir likes en sus redes sociales sino para entretejer historias, suyas o de otros. Divertido y fascinante a la vez, es que todos compartieron reflexiones y testimonios unidos por la lengua castellana…eso sí, en París.
Un siglo y un dramaturgo para un primer encuentro
Una tarde de domingo se da el encuentro. Nuestro escritor está a unos años de cumplir un siglo y está como nuevo. Al final este primer encuentro termina siendo un homenaje al poeta y dramaturgo panameño don René de Obaldía, quien cumple 101 años el mes de octubre.
Descendiente del segundo presidente de Panamá, José Domingo de Obaldía; hijo del diplomático panameño José Clemente de Obaldía y decano de la Academia (2012) tuvo a bien enviar una carta manuscrita antes de cumplir sus 98 primaveras a la creadora de estos encuentros literarios, Flor María Muñoz Bañales, de padre panameño y madre mexicana. Ella, orgullosísima de sus orígenes, decidió después de vencer al cáncer convertir este sufrimiento en una celebración, con la cual homenajear la vida y las letras. Solo entonces, desde septiembre del 2017, invita a escritores hispanoamericanos a compartir en Paris sus reflexiones sobre el mundo de la escritura. Con curiosidad infinita, busca autores cuyas trayectorias y particularidades hagan de esta cita algo enriquecedor, inolvidable.
Y lo logra. En tan solo cinco años Flor María logró llegar hasta la médula del país galo.
Cinco años después de su llegada en 2015 el Consejero Diplomático y Delegado General de Relaciones Internacionales de la Alcaldía de París abrió sus puertas gracias a la promoción de las distintas manifestaciones literarias en lengua castellana que venía hacienda Flor María.
Tan solo en el primer encuentro logró que coincidieran la poeta argentina Luisa Futoransky, el poeta, narrador y traductor uruguayo Gabriel Saad (medalla del Senado francés 2017), la novelista, poeta, ensayista y pintora ecuatoriana Rocio Duran-Barba y la escritora española, cineasta y novelista Eugenia Kléber. Cada encuentro tiene sus particularidades, el del 2019 no se quedaría atrás.
“Soy de ETA y vengo a secuestrarte“

“Quiero que se pongan en la piel de ese agente de la guardia civil que le cuenta sus miedo a un psicológo". Si bien tiene una enorme capacidad histriónica para darle voz a los personajes de los cuales escribe, lo de Xavier Eguiguren no es puro teatro, nada más lejos. Esas voces que evocan están presentes, y con un verbo mordaz y fluido evocan la conversación entre dos agentes de la Unidad Antiterrorista.
Una de ellas, el diálogo que mantiene uno de ellos con su psicoanalista, pone la piel de gallina al más temerario. Son historias que logran transmitir tanto el miedo como la suerte de seguir con vida.
Esta misma voz que utiliza para helarnos la sangre es la misma que emplea con ternura para darle voz a los dibujos de su pequeña hija. Con estos textos ilustrados, compilados en el libro “Papá, cuenta mis dibujos”, ha recorrido 13 colegios nacionales y 2 internacionales, con miras a recorrer otros 14 durante el resto de septiembre y un centro ocupacional. Este periplo no le ha impedido transitar el Camino de Santiago y convertir su obsesión en un libro titulado 730.000 pasos sobre los caminos de Santiago.
Venezuela en una maleta

Entre Voltea pa’que te enamores (su primer éxito) y Para verte mejor han pasado unos diez años. Años durante los cuales la escritora Mónica Montañés metió su vida en una maleta y le dió un giro a su historia, que se narrará en negro sobre blanco. “Lo hice por miedo, por el más primario, el de morir, ese miedo aunque inmenso, que cabe en cualquier maleta, no lo detectan en las aduanas, atraviesa cualquier frontera, no desaparece, es como la energía no se acaba ni se destruye , se transforma". Montañés lee desde lo alto de un podium y su discurso retumba desde lo profundo de un exiliado. Siente un temor latente: olvidarse de quién es, de quién fue.
En 1996 el éxito se convirtió en cotidiano con la obra de teatro El Aplauso va por dentro, que se convirtió en una trayectoria de cientos de miles de presentaciones más allá de su país y de su lengua natal.
Desde el 2015, ejerce una nueva faceta, la de directora, con La llamadita y Por cierto obras escritas para el microteatro. Sin embargo esto quedará en pausa, pués en el 2017 alza el vuelo, toma la díficil desición con su madre y sus dos hijos de dejar Caracas, cerrando una etapa, dejando un hogar, “la casa" que aún perdura y perturba su pensamiento.
Así lo narra en este nuevo reto literario que va en “entenderse" desandando los pasos de sus abuelas, ellas, quienes ahora son sus faros: Amparo que tuvo que dejar España por la Guerra civil y Hélène, quien decide dejar Francia por un amor, un amor venezolano que jamás le cumplió la promesa de matrimonio, pero igual emigró y dejó su tierra.
La tristeza con la cual Mónica cuenta los últimos años en su país es sin límite, los asistentes asienten, comprenden que el exilio muestra su peor cara, en Venezuela, esa que injustamente la secuestró hace ya demasiado tiempo.
Montañes no perderá su identidad, pués la lleva puesta de los pies a la cabeza, puede ejercer ahora mismo trabajos alternativos de protagonista de novela, pero escribir es casi tan indispensable como respirar, su cuento “Los otros" quedó como primer finalista en el concurso de Cuentos de Navidad de ZendaLibros.com en España en enero 2017.
Cuando se pierde la casa
En 1980 con apenas 20 años, el salvadoreño Carlos Ernesto Garcia logró escaparse de la muerte. Su hermana y su padre no tuvieron esa suerte, pues los escuadrones de la muerte marcaron su vida y lo dejaron literalmente “sin casa" y sin familia. Primero se fue a México, donde sufrió un segundo atentado que lo llevaría a España. En esa primera década se encuentra con la sorpresa de una invitación a un peculiar cumpleaños: el de un gran poeta de la generación del 27, Rafael Alberti. García deniega ese honor pensando que ha sido un error y resulta que Alberti dió con un poema fabuloso de Carlos Ernesto publicado en una revista y lo invitó para conocerlo. El poema del que se enamora el poeta Alberti es el siguiente:
Yo no tengo casa
La mitad de lo que amaba ya no está conmigo
Unos (casi todos) se han quedado
Otros simplemente partieron
Mi hermano urgentemente me escribe de México:
La casa se derrumba
hay que venderla
y pienso:
es qué aún tenemos casa?
Mi padre se quedó sin comprarse aquella camisa
o aquél pantalón que tanto le gustaba
sin ir al cine los domingos
sin viajar con el que tanto soñó
y se conformó con visitar un parque
en donde mirarle el rostro al caballo
y al general que lo montaba en una estatua
Todo por comprarnos una casa
Una pequeña y modesta casa donde vivir
y a la que hoy solamente se le ocurre derrumbarse
Por mí
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo
si los niños no se amelcochan frente a la ventana
y si a mi hermana se le quebró la sonrisa frente al espejo
aquella terrible noche de junio
antes de la tormenta y el canto del gallo
si el llanto metálico de un niño
no me provoca una tremenda ternura
que haga nacer una canción de amor entre mis manos
por mí que se derrumbe;
y que vuelvan a construir un día si quieren
pero será sobre cenizas
Chile presenta: Un agujero lingüistico muy profundo
La presentación del curador y crítico de arte, el Agregado Cultural de la Embajada de Chile, Juan Pastor Mellado presenta el libro Niño Alcalde de su hermano, Marcelo Mellado, novela corta y condensada, con un humor y una recostrucción de la idiosincracia política chilena a través del verbo, idea que el autor describe como “entender la politica como acto de presentación y violencia que deja desprevenido al otro". Su libro es un monólogo que no perdona torpezas del mundo político, una novela en torno al agujero, como suerte de sinopsis podemos decir que es el agujero de la ciudad, un relato periodístico, la voz de un ex dirigente vecinal, de un sindicalista de trabajadores en una empresa portuaria nos sorprende al conocer de semiología, tras sucesivos fracasos, deriva en algo parecido a un pastor evangélico, su hermano, Juan Pastor, agregado cultural, con una voz ronca de locutor capturó enteramente la atención de todos los presentes, y nos permitió asomarnos a esta curiosa obra, donde condensa, sin posible aburrimiento la política chilena.
“El caso Anne”, psicoanálisis en su pureza más crítica

El psicólogo Gustavo Dessal de Argentina tuvo el honor del cierre. Se presentó con la voz de “el doctor Palmer", un cazador de palabras. Da cuenta de El Caso Anne y su relato impresionante de la pesadilla del genocidio judío que nos deja la sed implacable de leer al doctor Palmer desde el capítulo uno hasta que se agoten los casos, lo cual puede ser nunca.
Nos dice el Doctor Palmer: “He logrado aprender practicando este raro oficio de cazador de palabras, lo he aprendido de las otras personas, las que hacen todo al revés, las que no pueden amar y sin embargo aman, las que no saben vivir y sin embargo viven, las que no se acomodan y se dan de bruces contra la realidad, las que se levantan y se acuestan preguntándose cuál será la razón que habrá de inventarse al día siguiente para seguir en este mundo".
El castellano sigue conquistando corazones a través de la escritura
En tan solo dos días de encuentro la capital francesa albergó letras muy variopintas. La escritora peruana y fundadora de la página lascriticas.com Nataly Villena Vega, quien siendo una estudiosa de la obra del nobel Mario Vargas Llosa afirma escribir sin el peso que este ha ejercido por varias generaciones en el Perú; también se presentó la muy respetada novelista panameña Giovanna Benedetti (galardonada en seis ocasiones con el premio Nacional de literatura Ricardo Miro) y la ecuatoriana Maria Fernanda Salvador, que con valentía escribe sobre integración de una miss de Quito a Suiza, la dulzura del español Miguel Adrover Caldentey, el largo trayecto de la Profesora franco-colombiana Luisa Ballesteros, el amor por las tradiciones panameñas y sus diabluras de José Luis Rodríguez Pitti, Bladimir Viquez de Panamá, Richard Prieto o Gabrielle Paussen de Uruguay, llegando al joven arquitecto Willis Mendez de El Salvador, quien parece estar llegando del movimiento hippie de los 60, nacido en Salvador y trasplantado a Panamá, son algunas de las voces que resonaron en París.
Para el 2020, Flor advierte doblar esfuerzos, lo cual puede llegar a traer un malabarista que nos escribe desde la carpa de un circo o un rescatista de metales pesados del rio Sena, que ha volcado el material hallado en un mar de letras.
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