La presa política Mayra Alejandra Castro Duarte (47 años) fue trasladada de emergencia al hospital Dr. Osío de Cúa, en los Valles del Tuy, estado Miranda, a las 5:00 p. m. del 31 de enero.
Castro Duarte venía presentando malestar abdominal, que se agudizó el viernes. En el centro de salud fue examinada, y de acuerdo con el informe del médico, «se consiguió dolor a nivel de la región hepática». Se le indicó un tratamiento, así como exámenes para su estudio.
La detenida estuvo recluida hasta las 10:10 p. m. en el centro de salud. A esa hora fue llevada de nuevo a los calabozos de la Policía Municipal de Urdaneta, ubicados en la parroquia Nueva Cúa.
Castro Durán, quien es la presidente del partido Primero Justicia en el municipio Urdaneta, fue arrestada el 2 de agosto de 2024, en el contexto de las protestas poselectorales. Este domingo, 2 febrero, cumple seis meses tras las rejas.
El día de su arresto llevaba un listado con nombres de personas que militan en el partido Primero Justicia (PJ) y un cuaderno con tres modelos de actas con los resultados electorales de las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional (AN), que eran usadas como guía para dictarles los talleres a los testigos electorales que participaron en la elección presidencial del 28 de julio.
Esos fueron los elementos presentados por la fiscalía para acusarla de terrorismo e incitación al odio. A ello se suma el delito de resistencia a la autoridad, aunque nunca se opuso a la detención
Sus parientes están preocupados, ya que la salud de Castro se viene debilitando. «En el calabozo se lesionó un ojo y fue diagnosticada con epiescleritis. Además, está padeciendo de migraña, gastritis crónica, edema en miembros inferiores, retención de líquido y bronquitis aguda. Ella duerme en el piso, en un espacio hacinado, húmedo, sin ventilación y sin servicio de agua potable y oscuro», acotó uno de sus allegados.
Castro fue trasladada en noviembre y diciembre del año pasado al Servicio Nacional de Medicinas y Ciencias Forenses (Senamecf), en Ocumare del Tuy, y allí certificaron en ese momento que presentaba varias patologías. Sus familiares piden que se revise su expediente y le otorguen una medida cautelar. «No merece morir en la cárcel», destacó un pariente.