La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela presentó su tercer informe, este martes 20 de septiembre, en el que ofrece un análisis detallado del papel que desempeñan, en la violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, determinadas personas en distintos niveles de las cadenas de mando del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Ambos organismos ejecutan “un plan orquestado por el presidente Nicolás Maduro y otras autoridades de alto nivel para reprimir a la oposición al gobierno, incluso mediante la comisión de torturas de extrema gravedad que son constitutivas de crímenes de lesa humanidad”, señalan los expertos de la ONU.
Según la misión, hay fundamentos razonables para creer que esta es la cadena de mando que está implicada en los crímenes:
Nicolás Maduro. Como comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), la Dgcim depende funcional y organizativamente del Presidente de la República y del Ministerio para la Defensa.
“Varias fuentes, incluyendo exempleados de alto nivel de la Dgcim, y funcionarios y funcionarias de la Fanb con conocimiento directo de los procesos de toma de decisiones dentro de la Dgcim, le dijeron a la misión que el presidente Maduro es quien da órdenes directas a Herández Dala, las que se transmiten en persona o por teléfono, nunca por escrito”, según el informe.
Iván Hernández Dala. En enero de 2014, el presidente Maduro nombró al mayor general Hernández Dala como director general de la Dgcim, en la cúspide de la cadena de mando, en reemplazo del entonces general Hugo Carvajal Barrios.
“Desde 2014, el director general de la Dgcim depende cada vez más directamente del Presidente, con menos participación del ministerio para la Defensa. Hernández Dala pasa parte de su tiempo en Boleíta y otra parte en el Paacio Presidencial de Miraflores o en el cercano Palacio Blanco, en su condición de jefe de la Guardia de Honor Presidencial”, señalan los expertos independientes.
Carlos Ramón Enrique Carvallo Guevara. Es el subdirector de la Dgcim desde el 21 de agosto de 2020. Fue antecedido por el General de División Blanco Marrero (2018-2020) y el general Cristopher Figuera (2014-2018).
Asdrúbal José Brito Herández. Es el jefe de la Deipc (Dirección Especial de Investigaciones Penales y Criminalísticas), es teniente coronel. Este cargo lo ocuparon anteriormente: Wilman Nabor Hernández Aquino (2013-2016), Franco Quintero (2016-2018), Hannover Esteban Guerrero Mijares (2018-2019).
“Varias fuentes refirieron a la misión que en el caso de objetivos políticos, el presidente Maduro aprueba y a veces también ordena la detención de opositoras y opositores reales y percibidos del gobierno. Un exempleado de la Dgcim le expresó a la misión que Hernández Dala le llevaba al presidente Maduro informes de investigación preparados por la Deipc para su aprobación”.
Diosdado Cabello. Varios testigos describieron a la misión la influencia de Diosdado Cabello en la cadena de mando de la Dgcim. Es el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), diputado y jefe de la fracción parlamentaria de esa organización política en la Asamblea Nacional de 2020.
Alexander Granko Arteaga. Es el director desde finales de 2017 de la DAE (Dirección de Asuntos Especiales). “El director de la Dgcim, Hernández Dala, da órdenes directas a la Dae pasando a menudo por encima de la Deipc. La Dae tiene prioridad sobre la Deipc para llevar a cabo investigaciones sobre disidentes reales o percibidos”.
En el informe también se explica que la Dae solicita apoyo de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana, entre otros, en determinadas investigaciones.
“Un exempleado de la Dgcim le refirió a la misión que la DAE es conocida internamente como la mano negra de Hernández Dala. Otras personas entrevistadas por la misión dijeron que Granko Arteaga también depende directamente de Nicolás Maduro”.
La misión recibió información de que miembros de los colectivos suelen participar en las operaciones junto con los agentes de la Dgcim.
Exfuncionarios de la Dgcim también le dijeron a la misión que los cubanos “entrenaron, asesoraron y participaron en actividades de inteligencia y contrainteligencia con la Dgcim”.
Esta colaboración se remonta al menos a un memorándum de entendimiento confidencial firmado en 2008 por los gobiernos de Cuba y Venezuela, revisado por la misión, que encomendaba al ministerio de Defensa cubano la supervisión de la reestructuración de los servicios de inteligencia militar venezolanos, incluso mediante la creación de nuevos órganos.
Exempleados de la Dgcim le manifestaron a la misión que, después de la firma del memorándum de entendimiento, los oficiales cubanos comenzaron a dirigir entrenamientos en la academia militar de Boleíta y a acompañar a los oficiales de la Dgcim en las oficinas regionales y en Boleíta.
“Los cubanos formulaban las instrucciones como sugerencias y no como órdenes, pero si un agente de la Dgcim no las seguía era marcado o marcada como persona de interés operativo”.
La Misión investigó casos que incluyen 122 oficiales y exoficiales de la FANB y civiles vinculados con ellos, que fueron arrestados, detenidos y torturados por la Dgcim entre el 12 de febrero de 2014 y la actualidad.
Los años 2017, 2018 y 2019 fueron el período en que la Dgcim produjo el mayor número de detenciones en Boleíta. La Misión recibió información de que 85 personas continúan detenidas en alguno de los diversos centros de detención operados por la DGCIM en todo el país, de los cuales 13 permanecen en Boleíta, en el municipio Sucre del estado Miranda.
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La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela presentó su tercer informe, este martes 20 de septiembre, en el que ofrece un análisis detallado del papel que desempeñan, en la violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, determinadas personas en distintos niveles de las cadenas de mando del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Ambos organismos ejecutan “un plan orquestado por el presidente Nicolás Maduro y otras autoridades de alto nivel para reprimir a la oposición al gobierno, incluso mediante la comisión de torturas de extrema gravedad que son constitutivas de crímenes de lesa humanidad”, señalan los expertos de la ONU.
Según la misión, hay fundamentos razonables para creer que esta es la cadena de mando que está implicada en los crímenes:
Nicolás Maduro. Como comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), la Dgcim depende funcional y organizativamente del Presidente de la República y del Ministerio para la Defensa.
“Varias fuentes, incluyendo exempleados de alto nivel de la Dgcim, y funcionarios y funcionarias de la Fanb con conocimiento directo de los procesos de toma de decisiones dentro de la Dgcim, le dijeron a la misión que el presidente Maduro es quien da órdenes directas a Herández Dala, las que se transmiten en persona o por teléfono, nunca por escrito”, según el informe.
Iván Hernández Dala. En enero de 2014, el presidente Maduro nombró al mayor general Hernández Dala como director general de la Dgcim, en la cúspide de la cadena de mando, en reemplazo del entonces general Hugo Carvajal Barrios.
“Desde 2014, el director general de la Dgcim depende cada vez más directamente del Presidente, con menos participación del ministerio para la Defensa. Hernández Dala pasa parte de su tiempo en Boleíta y otra parte en el Paacio Presidencial de Miraflores o en el cercano Palacio Blanco, en su condición de jefe de la Guardia de Honor Presidencial”, señalan los expertos independientes.
Carlos Ramón Enrique Carvallo Guevara. Es el subdirector de la Dgcim desde el 21 de agosto de 2020. Fue antecedido por el General de División Blanco Marrero (2018-2020) y el general Cristopher Figuera (2014-2018).
Asdrúbal José Brito Herández. Es el jefe de la Deipc (Dirección Especial de Investigaciones Penales y Criminalísticas), es teniente coronel. Este cargo lo ocuparon anteriormente: Wilman Nabor Hernández Aquino (2013-2016), Franco Quintero (2016-2018), Hannover Esteban Guerrero Mijares (2018-2019).
“Varias fuentes refirieron a la misión que en el caso de objetivos políticos, el presidente Maduro aprueba y a veces también ordena la detención de opositoras y opositores reales y percibidos del gobierno. Un exempleado de la Dgcim le expresó a la misión que Hernández Dala le llevaba al presidente Maduro informes de investigación preparados por la Deipc para su aprobación”.
Diosdado Cabello. Varios testigos describieron a la misión la influencia de Diosdado Cabello en la cadena de mando de la Dgcim. Es el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), diputado y jefe de la fracción parlamentaria de esa organización política en la Asamblea Nacional de 2020.
Alexander Granko Arteaga. Es el director desde finales de 2017 de la DAE (Dirección de Asuntos Especiales). “El director de la Dgcim, Hernández Dala, da órdenes directas a la Dae pasando a menudo por encima de la Deipc. La Dae tiene prioridad sobre la Deipc para llevar a cabo investigaciones sobre disidentes reales o percibidos”.
En el informe también se explica que la Dae solicita apoyo de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana, entre otros, en determinadas investigaciones.
“Un exempleado de la Dgcim le refirió a la misión que la DAE es conocida internamente como la mano negra de Hernández Dala. Otras personas entrevistadas por la misión dijeron que Granko Arteaga también depende directamente de Nicolás Maduro”.
La misión recibió información de que miembros de los colectivos suelen participar en las operaciones junto con los agentes de la Dgcim.
Exfuncionarios de la Dgcim también le dijeron a la misión que los cubanos “entrenaron, asesoraron y participaron en actividades de inteligencia y contrainteligencia con la Dgcim”.
Esta colaboración se remonta al menos a un memorándum de entendimiento confidencial firmado en 2008 por los gobiernos de Cuba y Venezuela, revisado por la misión, que encomendaba al ministerio de Defensa cubano la supervisión de la reestructuración de los servicios de inteligencia militar venezolanos, incluso mediante la creación de nuevos órganos.
Exempleados de la Dgcim le manifestaron a la misión que, después de la firma del memorándum de entendimiento, los oficiales cubanos comenzaron a dirigir entrenamientos en la academia militar de Boleíta y a acompañar a los oficiales de la Dgcim en las oficinas regionales y en Boleíta.
“Los cubanos formulaban las instrucciones como sugerencias y no como órdenes, pero si un agente de la Dgcim no las seguía era marcado o marcada como persona de interés operativo”.
La Misión investigó casos que incluyen 122 oficiales y exoficiales de la FANB y civiles vinculados con ellos, que fueron arrestados, detenidos y torturados por la Dgcim entre el 12 de febrero de 2014 y la actualidad.
Los años 2017, 2018 y 2019 fueron el período en que la Dgcim produjo el mayor número de detenciones en Boleíta. La Misión recibió información de que 85 personas continúan detenidas en alguno de los diversos centros de detención operados por la DGCIM en todo el país, de los cuales 13 permanecen en Boleíta, en el municipio Sucre del estado Miranda.